¿Socialismo?

Según estudiosos, es inevitable la transformación de la sociedad capitalista en socialista, el motor intelectual, moral y físico de esa transformación es el proletariado, que es la consecuencia del propio capitalismo. Este sistema debería aplicarse en el desenvolvimiento y proceso del Gobierno nacional. La transformación al socialismo demuestra varias fases de la vida de los pueblos, el progreso, el gran paso para que el campesino y los indígenas sean partícipes del proceso de evolución del Estado. Pero también hay que analizar el problema del desarrollo en cuanto a la parte técnica, propio en la actualidad de un país productivo. Todo hasta aquí muy bien.

Pero lo que estamos viviendo no corresponde a alguna clase de socialismo, es una falsa imagen de lo que quieren hacer creer a los habitantes de Bolivia, el sistema es un resabio del capitalismo neoliberal, no en vano periódicamente un alto dignatario viaja a Estados Unidos para recibir instrucciones del Banco Mundial para el manejo económico, parte importante del cambio. Pero nadie es tonto para no darse cuenta de la realidad.

Todas las medidas son copiadas de países vecinos, ni siquiera las pocas normas nacionales son propias, no existen leyes nativas o de creación, una muestra clara es que casi todas las leyes aprobadas fueron redactadas fuera de las Cámaras, sus componentes sólo tenían la obligación de aprobarlas, convirtiéndose los proyectos en una mentira. Los representantes nacionales muchas veces aprueban con desconocimiento del fondo del problema.

En consecuencia faltan los principios básicos del socialismo, como distribuir la riqueza, especialmente entre los más necesitados y no entre los que realmente tienen.

La tercera edad es vapuleada por el Estado, cuando se ordena conceder un doble aguinaldo a quienes tienen buenos ingresos, pero a la vez los spots estatales en los medios televisivos siguen exponiendo mentiras del Gobierno, pues dicen que quienes son jubilados recibirán Bs 2.600 y quienes no tienen rentas Bs. 3.250. Con un poco de sangre en la cara deberían dejar de emitir esa propaganda torpe, muchos de los ancianos se ilusionan y se verán realmente estropeados cuando se les conceda ese miserable aguinaldo. Lo que el Gobierno está forjando es una idea que tendrá un resultado nefasto para los “abuelitos’’. Nada más vergonzante para un Gobierno que se cree socialista, ya que por los hechos vemos que su sigla es teórica y no práctica

¿Acaso proclamarse como un partido de izquierda es todo?, ¿que el país está desarrollándose con una economía creciente?, ¿que las nacionalizaciones están dando grandes resultados?, sólo demuestran que se debe liquidar a quienes tienen menos. Lo claro es que el Gobierno ha olvidado que el país es de todos y no de un partido político que dicen tiene grandes ingresos y grandes resultados, para quiénes.

Seguramente cuando triunfen en las elecciones tomarán medidas, tal vez más radicales para mantener un equilibrio en cuanto al sistema de pensiones, donde hasta la fecha no se sabe cuál es el destino de la deuda a las AFPs, que desde hace varios años alcanzaba a la suma de tres mil millones de dólares. Desde la Ley No. 065 nunca más se habló de aquello, ¿con dicha ley habrá desaparecido? ¿Cuál será el destino de los intereses? ¿Se estará cancelando?, tanto el gobierno como las AFPs no hablan del problema, ¿será que automáticamente ha desaparecido?

En otras palabras todo hace pensar que a las(o) jubilados y los(as) personas de la tercera edad son una carga muy pesada para el Estado, por lo tanto es importante darles nada para que desaparezcan.

¿De qué sirve la Ley No 369, si no se respeta los derechos de los ancianos?, es una ley sacada de los cabellos para una permanente propaganda sobre esos derechos y nada más, porque según se ve nada se aplica. Si ese es el socialismo del que hacen gala y proclaman, estamos perdidos, especialmente los de la tercera edad.