Iniciativas sobre el Palacio y las FFAA

En vez de construir un nuevo Palacio de Gobierno en pleno centro de la ciudad y con un cuantioso costo, lo más adecuado será trasladarlo al Gran Cuartel General de las Fuerzas Armadas, situado al final de Miraflores, y que la sede del alto mando castrense sea el actual Colegio Militar, en Irpavi.

A su vez, este instituto dedicado a la formación de oficiales de Ejército, junto con sus similares de la Fuerza Aérea y de la Fuerza Naval, deberán instalarse en una sola sede en el Chapare.

Otra inusitada propuesta ha sido formulada sobre el aeropuerto internacional de El Alto, en sentido de que sea trasladado a Chimoré, en Cochabamba, por considerarse que aquella región es el centro territorial del país, aparte de que sería la forma más viable de resolver el congestionamiento vial entre las ciudades de El Alto y La Paz, a la vez que evitaría los bloqueos urbanos que tanto perjudican al país.

Estas propuestas han sido planteadas por el general en servicio pasivo Alvin Anaya, quien fue Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, en las gestiones 2000 y 2002. Actualmente, es candidato a senador de una organización política opositora.

Sus iniciativas están expuestas en declaraciones que realizó a un diario local, publicadas el viernes 5 de este mes. El argumento que empleó fue que prefiere lanzas propuestas antes de enfrascarse en peleas políticas. Además, sostuvo que para él “no hay derechas ni izquierdas” en la política, sino una vocación de servicio al país.

Acerca de la ubicación que tendría que darse al Palacio de Gobierno, sin gastar un solo centavo en nuevas construcciones, sostiene que el Gran Cuartel de Miraflores cuenta con una edificación dedicada precisamente para acoger al despacho del Presidente y de sus colaboradores inmediatos. Aparte, el Ministerio de Defensa tendría a su disposición el inmueble donde ahora funciona el Comando de Ingeniería; el Ministerio de Gobierno en el que ocupa el Instituto Geográfico Militar. Además, habría espacio para otro Ministerio que se considere que debe estar cerca del despacho presidencial.

En cuanto al traslado de los tres institutos militares al Chapare, el Gral. Anaya estima que es el centro geoestratégico de Bolivia y Sudamérica. A la vez, se recuperaría esa región, actualmente ilegalmente cocalera.

La recuperación del Chapare daría margen a la presencia de por lo menos 1.500 cadetes de las tres fuerzas armadas, aparte de que crearía las condiciones para que cada fin de semana se produzca la visita de unas 10.000 personas, parientes de los jóvenes que realicen sus estudios militares en esa región.

Cuando se le preguntó sobre algún “plan de desarrollo” en la región, el postulante al Senado Nacional dijo que tendrá que construirse una autopista de La Paz al Chimoré y de Cochabamba al mismo lugar, “porque todos los cocales excedentarios serían áreas de instrucción; la pista de Chimoré serviría para el entrenamiento de los pilotos de la Fuerza Aérea; y la Naval, en vez de que esté en La Paz, su escuela de instrucción estaría en el Chapare, a un paso de puerto Villarroel, desde donde tendría prácticas permanentes”.

(Al margen, como un apunte propicio para el caso, anteriormente se hizo saber que la carretera La Paz-Cochabamba se cubriría en poco más de dos horas. Al presente, por lo menos desde la zona Sur, se demora alrededor de ese tiempo para llegar al aeropuerto de El Alto, por los congestionamientos vehiculares y los bloques constantes en el centro de la ciudad).

“Cero presupuesto”, sostuvo el militar en servicio pasivo, cuando se le preguntó en torno a ello al Gral. Anaya. Agregó: ¿Cuánto cuestan los edificios del Ministerio de Gobierno, de la Escuela Naval, los terrenos del Colegio Militar de Santa Cruz”. Y, prosiguió: con la venta de estos bienes se construiría el Colegio Militar de las Fuerzas Armadas de la Nación.

Remarcó, a su vez, que “se recuperará el Chapare en pocos años y se eliminará la lacra del narcotráfico y la delincuencia, con la presencia del Estado en esa zona”. (Alguna vez, desde esta columna, se interrogó sobre si el Chapare no era ya ¿una republiqueta independiente?).

La idea que tiene el Gral. Anaya sobre el destino que se daría al Palacio de Gobierno, es que pasaría a constituirse en un gran Museo Histórico y Cultural, utilizando la más altas tecnología, para que los turistas propios y extraños puedan visitarlo con comodidad.

Respecto a la instalación de un moderno aeropuerto internacional en Chimoré, se apoya en criterios geopolíticos. Aduce que el de Chimoré debe estar orientado al Oeste, hacia los mercados del Pacífico; el de Santa Cruz, al Este, al Atlántico. Aparte, indica que debe construirse otros aeropuertos de iguales características en Tarja y Pando, con la que se cerraría una poligonal, que ejerza el dominio efectivo de todo el espacio aéreo de Bolivia, “ya que no tenemos mar”.

En el tema político, el Gral. Anaya opina que debe producirse “una gran unidad en la oposición, bajo un solo liderazgo. Así sea faltando un día para las elecciones, Juan del Granado, Tuto Quiroga, Fernando Vargas y Samuel Doria Medina deben unirse en torno al candidato que tenga mayor preferencia, siquiera por un punto… Es la única forma de hacerle frente a Evo Morales, que no es invencible, pero es la mejor vía de llevarlo a la segunda vuelta tras las elecciones de octubre”.

Las iniciativas del ex comandante en jefe de las FFAA tienen contenidos positivos, sin duda alguna; sus implicaciones pueden ser múltiples. Pero, por su experiencia de haber sido alto servidor público, son merecedoras de inscribirlas como de estricto carácter cívico y práctico, antes que políticas. O, coyunturalmente, electoralistas.