“Muerte de mi hijo tiene nombre y apellido”
Alicia Organivia, madre del cadete Luis Germán Steer Organivia, fallecido en Sucre a los 16 años tras ser arrastrado por una riada en 2013, puso en serias dudas la legalidad y moral del Tribunal Supremo de Justicia Militar (TSJM) al revelar que el presunto responsable de la muerte de su hijo, coronel José Antonio Campero Castro, enfrenta imputación formal por homicidio culposo y ahora imparte justicia como miembro de la Sala de Apelaciones y Consultas de este tribunal y es postulante al grado de General.
Luego de dar a conocer este hecho, la pasada semana, EL DIARIO intentó conocer la opinión de los magistrados militares, pero el personal del TSJM, al mando del general Adolfo Vásquez, afirmaron que esta instancia debe solicitar permiso al Alto Mando Militar para emitir pronunciamiento. Sin embargo, desde el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas se precisó que el TSJM es una instancia similar al Tribunal Constitucional, es decir autónoma, y que toda consulta debe ser atendida según los requerimientos.
Ante la insistencia ayer este medio fue citado a las 17.00 horas, una vez en el lugar el estafeta informó que no se podía encontrar a los responsables.
“¿Cómo es posible, con qué moral este señor (Campero) está impartiendo justicia hacia estos tres suboficiales detenidos?”, cuestionó conteniendo sus lágrimas y llena de indignación, Alicia Organivia, mientras mostraba la foto del joven cadete, para el que ella había sido “padre y madre” y sacrificando su trabajo para cumplirle el anhelo de ser militar.
La madre denunció que al momento de hacerle conocer la noticia, el comandante del Liceo Militar, de Sucre, Alex Baldivieso, y el jefe de estudios, mayor de apellido Arce, habían manifestado que su hijo era un “héroe”, por haber perdido la vida intentando salvar la vida de la familia de Campero, quien de manera contradictoria, se presume para intentar desviar la investigación, declaró que lo ocurrido se debió a que él creía que su familia y el estafeta estaban dentro del vehículo, al cual la corriente del río Quirquinchaca se estaba llevando.
Las imágenes, filmadas con celulares y difundidas en redes sociales, muestran que Campero luego de observar cómo las aguas se llevaba a los Steer y su estafeta Diego Guarachi Calle (16), él continuó con el rescate de su motorizado con sogas.
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