¿Energía atómica?

Aunque tenemos entre generación y consumo de energía eléctrica en Bolivia cierto equilibrio, uno de los anuncios más sorpresivos es la iniciativa de que el país buscaría convenios con una nación europea para tener una planta generadora de energía con base en la energía atómica. Esta iniciativa, como la de un satélite ciego que está orbitando alrededor de la Tierra, para retransmitirnos mensajes, parece un exotismo que nos sorprende cada cierto tiempo. Sin mencionar el excesivo precio, frente a compras similares hechas en la región.

PERO, en este caso el problema es muy serio. No olvidemos los problemas que tuvo Irán al embarcarse en el proyecto de tener generadores atómicos, por el riesgo que ello implica por la tentación de derivar hacia armas de guerra. Estamos rodeados de países que, aunque aparentemente dicen ser nuestros amigos, a la hora de la verdad podrían convertirse en feroces enemigos para evitar cualquier amenaza de poder atómico.

La otra cara de la medalla es que no hay necesidad de tal iniciativa, cuando tenemos la mejor fuente de generación de energía, para diferentes usos, además con un recurso totalmente renovable: el agua.

El mejor ejemplo de un país cuya fuente principal de energía es la hidroeléctrica, es Paraguay, gracias a Itaupú; alrededor del 98% de la provisión de energía proviene de esta fuente, además de que un alto porcentaje se exporta al Brasil, país que financió el proyecto, en atención a sus propias necesidades.

Otro factor adicional avala la conveniencia de proyectos hidro energéticos, el agua se convierte cada vez más en un recurso escaso en el planeta, debido al crecimiento mundial de la población, a lo que se añade el cambio climático, el cual en el caso boliviano está provocando el deshielo de nuestros nevados y con ello la forma natural de preservar agua dulce para el consumo humano. Se debe recordar que menos del 1% de toda el agua fresca es accesible para el consumo humano.

Además, la misma agua que ha existido en la Tierra desde hace billones de años todavía existe, la mayor parte del planeta es agua, pero sólo el 3% es agua fresca, 2% se encuentra en la forma de hielo y menos del 1% de toda el agua está accesible para el consumo humano. En otros términos, menos 0,007% de toda el agua sobre la tierra está disponible para consumo humano. Hasta mediados del presente siglo habrá 3.000 millones de personas adicionales que requerirán agua para beber.

Bolivia es un país privilegiado en recursos hídricos, pero, además, las principales cuencas de la región: la del Plata y la del Amazonas, nacen en nuestro territorio; en la medida en que aprovechemos estos recursos, nuestros derechos se ratificarán; por el contrario, si los vecinos inician el aprovechamiento de los mismos, van creando derechos en su territorio, un ejemplo claro es el Silala, también el Lauca.

¿Cuántos MW de energía podemos generar en beneficio nuestro? ¿Cuánta agua bebible podríamos comercializar en el futuro?

Habría otra ventaja adicional, los proyectos de uso múltiple: energía, riego y agua nos permitirían aumentar la superficie cultivada cuando menos con 500.000 has. bajo riego, con lo cual podríamos mejorar nuestra seguridad alimentaria y ser exportadores agrícolas importantes. ¿Es necesaria la energía atómica?