Nació en España, en la Villa de Reinoso, muy cerca de Burgos, el 13 de junio de l870. Integró las milicias realistas. Su llegada al Alto Perú, y quizá más su matrimonio con una dama cochabambina, natural de Arque, marcó en él una posición contraria a la política de Madrid.
En el levantamiento patriota del 25 de Mayo de 1809 en Chuquisaca, Álvarez de Arenales, siendo Capitán de Milicias, comprendió que la libertad americana era el sino de la vida de un militar como él. La Audiencia de Charcas le confirió el mando militar.
Muy ligado al gobierno de las Provincias Unidas del Río de La Plata, se incorporó a los avances del Gral. Belgrano en 1813; integrando las guerrillas altoperuanas, controló la zona de Mizque y Vallegrande, el Gral. Belgrano recibía informes periódicos sobre la actividad de la guerrilla, de los guerrilleros Cornelio Zelaya, y Juan Antonio Álvarez de Arenales.
Patriota, fue nombrado posteriormente Gobernador y Capitán General de Salta, en tres períodos, en el primero recibió la Gobernación de manos del Gral. José Ignacio Gorriti.
Allí como Gobernador en 1822, fue testigo de los manejos de Casimiro Olañeta, quien obteniendo un pase, se encontraba en afanes de compra de armamento para los realistas que ocupaban el Alto Perú, encabezados por su tío el Gral. Pedro Antonio Olañeta, que según Casimiro llegarían para los patriotas. Finalmente nada compró, convirtiéndose en un hombre adinerado en Buenos Aires.
El Gral. Álvarez de Arenales, fue un patriota, honesto, sólo comparable al Mariscal Antonio José de Sucre.
Siendo Gobernador, envió un destacamento militar de Salta a la localidad de Tumusla en Potosí, a fin de contribuir a la derrota de Pedro Olañeta, quien como Brigadier español asoló Salta.
Después fue incorporado a las fuerzas del Gral. José de San Martín, participando en la liberación de Chile y Perú. Miembro del Estado Mayor del ejército Sanmartiniano, el Gral. Álvarez de Arenales declinó la orden de asistencia al Gral. Sucre con dos destacamentos en la batalla de Pichincha, dando paso al Coronel Santa Cruz y al Mayor Lavalle.
Desembarcando en el Perú el Gral. Álvarez de Arenales, dirigió las acciones militares hacia la sierra peruana, triunfando en Pasco, para después derrotar a los españoles en Ica, el 5 de octubre de l820. Después de las derrotas de ejércitos Sanmartinianos, en Torata y Moquegua, el Gral. Arenales se retiró rumbo al Alto Perú. Después de su retiro voluntario murió en Potosí, en la localidad de Moraya en 1835.
Una estatua ecuestre en la ciudad de Salta conmemora su lealtad y patriotismo.
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