En medio de un cúmulo de sentimientos encontrados, el representante Residente de la Agencia GIZ (Cooperación Técnica Alemana), Michael Dreyer, se despidió de Bolivia tras casi ocho años de misión.
Al elocuente discurso del anfitrión, se sumaron emotivas palabras tanto de autoridades nacionales en calidad de contrapartes, como de miembros de la GIZ y de la Embajada de la República Federal de Alemania, ponderando el profesionalismo y la calidad humana del señor Dreyer.
Muchos de ellos dijeron que lo extrañarán en la oficina y también en esas jornadas de fines de semana, organizadas en la residencia Dreyer.
La despedida coincidió con la llegada del jefe de la división para la cooperación con América del Sur del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo BMZ, Paul Garaycochea, quien también elogió el trabajo realizado en Bolivia por Michael Dreyer, el cual se traduce en beneficio para muchas comunidades en diversas áreas del desarrollo.