ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

El tradicional Grito mexicano ocurrido la madrugada del 16 de septiembre de 1810, con el que el cura Miguel Hidalgo y Costilla arengó a los feligreses en la población de Dolores Hidalgo, para exigir sus derechos, fue rememorado en el Zócalo por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, al conmemorar el 204 aniversario del inicio de la Independencia de su país.

Desde el balcón central del Palacio Nacional, el mandatario mexicano pronunció: “¡Mexicanos, vivan los héroes que nos dieron Patria y Libertad. Viva Hidalgo. Viva Morelos. Viva Josefa Ortiz de Domínguez. Viva Allende. Viva Aldama. Viva Galeana. Viva Matamoros. Viva Guerrero. Viva la Independencia Nacional. Viva México. Viva México. Viva México!”.

Esa emotiva ceremonia fue transmitida a través de una pantalla gigante montada en los salones del Jardín Japonés, donde el embajador de México, Armando Arriázola Peto- Rueda, y su esposa, Ximena Trugeda, ofrecieron una recepción social para celebrar este importante acontecimiento patrio.

En su discurso, el Embajador mexicano dijo que: "sustentado en los ideales de sus libertadores y en sus profundas raíces históricas, México a pesar de ser un país joven, se ha convertido en un actor internacional de gran magnitud. Sólo para refrescar la memoria, cabe recordar que nuestra nación tiene hoy en día un Producto Interno Bruto de 1.26 billones de dólares; que somos la 2ª economía de América Latina y la 14ª a nivel internacional".

El diplomático también se refirió a la creación de reformas para el desarrollo de su país en todos los ámbitos del conocimiento.

Finalmente, se refirió a las prósperas relaciones bilaterales con Bolivia.

En representación del Gobierno estuvieron el ministro de Deportes, Tito Montaño, el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Clarems Endara, y el presidente de la Cámara de Diputados, Marcelo Elío.

Un ambiente festivo invadió el amplio salón, decorado con los colores de la tricolor mexicana, donde los mariachis le pusieron el ritmo a la noche, mientras las centenas de invitados disfrutaban de la afamada gastronomía de la nación anfitriona.