De socialistas, dádivas y fraude

Durante más de ocho años, el Gobierno ha dirigido la acción de estado en beneficio mayoritario de indígenas y campesinos (no siempre los pobres), dejando relegada a la clase media y alta, con algunas excepciones. Pese a que el proceso de “cambio” es orientado a la doctrina socialista con origen cubano venezolano, todavía es difícil que el boliviano se adentre en las ideas falaces que sostienen los gobernantes en ejercicio.

Es más, algunos profesionales, técnicos, con educación media o sin alguna formación, que lograron afianzarse en cargos acondicionados por el Gobierno, y otros que se presentan para las próximas elecciones, no tienen claro en qué consiste el socialismo Siglo XXI. Esto no les permite analizar, criticar y menos hacer comparaciones con otros sistemas políticos, porque en el Gobierno no aceptan a los libre pensantes.

Ante la proximidad de las elecciones generales, estamos preocupados, porque los “socialistas” que trabajan en la cabecera del Gobierno (no más de 30 familias), desde que se instalaron en el palacio han creado un califato político Siglo XXI, con un califa que controla todos los poderes y organismos del Estado, encarcela y castiga a su propia gente, despilfarrando riqueza y recursos del pueblo boliviano.

Como pregonan que vivimos en auge económico indefinido, no se conoce con claridad la economía de nuestro país, en vista de que hay sectores que influyen en el mercado de consumo, que son reguladores de precios, pero no figuran en las estadísticas. En Bolivia son cárteles que actúan con un poderoso blindaje llamado producción de coca, a la cabeza de un califa boliviano.

Con tanto poder y dinero, están vendiendo, comprando, regalando, asignando, disponiendo, desde su propia conciencia hasta la vida de los ciudadanos.

Es sorprendente su aptitud “científica”, pues con desparpajo dicen que todas las propuestas discutidas y debatidas con los movimientos sociales, desde enero 2006 a la fecha, ya fueron ejecutadas con “mucha solvencia tecnológica y científica”. Por ese motivo, el boliviano “vive mejor”, sin colonialismo, en “democracia”, con soberanía, dignidad y rodeado de miles de empresas gigantes productivas. Durante las dos gestiones de gobierno, la inversión aproximada asciende a 150 mil millones de dólares, incluyendo gastos de representación, comisiones y costos por servicios petroleros.

Como los movimientos sociales son los coautores del despilfarro ejecutado por el Gobierno, para devolver cortesía el plan de gobierno del MAS-IPSP para el periodo 2015-2020 contempla: Destinar en calidad de regalo 260.000 ordenadores portátiles (laptops), a estudiantes del 6° de secundaria de las unidades educativas fiscales de todo el país. De esa manera los muchachos tendrán acceso gratuito a Internet a través del satélite chino que se halla en la luna. A manera de propaganda, los candidatos a ser reelectos llevan consigo 200 ordenadores por todo el territorio nacional, simulando regalar esos equipos, para luego pedir su devolución. ¿Qué opina el lector ante semejante engaño?

En cuanto a atraer inversiones en todos los rubros y de todos los países desarrollados, conste que los empresarios que vienen a invertir no serán socios, sino nuestros “pongos”. Para cumplir la meta anterior, el Gobierno aprobó un decreto supremo que dispone que los 100 mejores graduados universitarios podrán acceder a becas de maestría y doctorado en prestigiosas universidades del mundo. Esos profesionales al retornar al país trabajarán para el Gobierno en las empresas estatales, para favorecer el proceso de industrialización. Se supone que firmarán otro decreto que instruya a las prestigiosas universidades liberar a esos estudiantes de los exámenes de admisión.

A manera de invertir más recursos económicos, para todas las instituciones que trabajan para y con el Gobierno, se adquirirá aviones, helicópteros, armamento, maquinaria, vehículos pesados o livianos, otros satélites y teleféricos, en lo posible de la marca Toyota o asociados. El anterior punto del programa es indispensable para la lucha contra el narcotráfico o cualquier indicio de corrupción, a nivel de los funcionarios del Estado. Ni qué hablar de la “liberación científica” o sobre la perspectiva de convertirnos en el principal centro energético mundial. Hasta fin de año, para todo el oriente se dice que se repondrá 2 millones de ganado, que a partir de 2015 tendremos otra justicia…

Ante este “talentoso” plan del oficialismo, ningún programa de gobierno que emerja de la oposición podrá hacerle frente, con mayor razón si comparamos los gastos de campaña declarados a los medios de comunicación. Se sabe que el oficialismo tiene un presupuesto aproximado de 20 millones de dólares contra 1.8 millones de dólares, sumando los cuatro frentes opositores.

Mientras, el candidato a la vicepresidencia declaró: “La decepción que tengo de los opositores es que son nulos en ideas. Hay una limitación intelectual e ideológica espeluznante. Yo los aplazaría por fracasados. ¿Que podrían debatir con nuestro líder internacional, presidente del G77?”. Pero, ¿qué se puede esperar de alguien con un pasado cuestionable?

¿Qué opinan del fraude? Se sabe que el TSE ha suscrito contratos onerosos con 50 observadores de OEA y 40 de UNASUR, sin descartar otros acuerdos con instituciones internacionales. Estos convenios tienen como objetivo remunerado el informe final que avale todos los actos de los miembros del TSE, durante y después de las elecciones generales. Para respaldar al Órgano Electoral, hace un año los candidatos del oficialismo han contratado 500 cubanos, venezolanos y peruanos diseminados en todo el territorio nacional, para que apliquen todas las técnicas y tipos de fraude que se conoce. En consecuencia a llorar al río. Confiamos en la sabiduría del pueblo.

El autor es docente Universitario.

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