La ciudad de Nueva York se volcó ayer a una masiva manifestación contra el cambio climático que reunió a más de 300.000 personas como parte de una iniciativa mundial para alertar sobre los peligros del calentamiento global, cuando faltan 36 horas para la reunión que 120 países mantendrán en la sede de Naciones Unidas.
Cálculos preliminares dados a conocer por los organizadores cifraron en 310.000 los asistentes, lo que la convierte en una de las mayores marchas que se han celebrado hasta la fecha en esta ciudad.
De acuerdo con el informe de Efe, acudieron representantes de grupos ecológicos, de sindicatos, de comunidades de Nueva York, familias enteras y muchos ciudadanos, en una fiesta popular que sembró de color y ritmos variados diferentes avenidas de la ciudad.