Las artes gráficas

Las artes gráficas en Bolivia han experimentado un acelerado progreso tecnológico desde las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, con la aparición de las computadoras, los programas de photoshop, freehand y otros que facilitaron tanto la composición de textos, como la separación de colores y la impresión de aquellos. Procesos que las imprentas litográficas hacían grabando a pulso piedra de Bavaria, que la traían desde Alemania. Luego se utilizó el sistema fotográfico, con películas especiales, importadas, cuyo procedimiento no era muy fácil de realizar, pues había que saber mucho de sensitometría, para obtener una impresión cercana, por lo menos en un 80%, de los originales a colores.

El Ministerio de Educación organizó para el 18 de junio próximo pasado, un conversatorio al que fui invitado como expositor, junto a connotados representantes del arte en dibujo, pintura, escultura, grabado, cerámica y artes gráficas. El fallecimiento repentino de don Gustavo Lara, reconocido escultor, y la hospitalización repentina del suscrito, fueron los motivos para la suspensión de este acontecimiento.

Dicho conversatorio tenía por objetivo poner en claro todos los problemas y limitaciones que aquejan al arte y que el Ministerio de Educación se propuso sacar a luz, privándome de manifestar algunas verdades respecto a mi especialidad: Las artes gráficas: motor principal para la difusión y publicidad de la actividad artística, en todos los países, pues, como Pablo Picasso, Salvador Dalí, y otros famosos pintores y sus estilos, han adquirido fama mundial, más por la publicidad que los ha encumbrado.

En Bolivia sucede todo lo contrario, con honrosas excepciones, pues tenemos artistas plásticos cuyo estilo y técnicas son verdaderamente novedosos y bellos. Para ellos ninguna imprenta se los imprime catálogos, trípticos o lo que sea, gratis, o por lo menos con precios rebajados. En la prensa escrita apenas se los menciona después de una exposición.

Eso ocurre en nuestro país, donde prima la envidia o la indiferencia, que oculta lo bueno que se produce, y las artes gráficas mayoritariamente están en manos de gente que ignora los valores culturales que, en Bolivia, son riquísimos en calidad y estilo, que no tenemos que envidiar a nadie, pues hasta los tiwanacotas han sido precursores del “cubismo” y el “arte moderno”.

Después de egresar de la Escuela Superior Industrial “Pedro Domingo Murillo”, como Técnico Superior en construcción de Máquinas, fui becado a los Estados Unidos, para estudiar artes gráficas. Luego pasé a estudiar en una universidad, un tecnológico y tener prácticas en cuatro fábricas de máquinas offset. En la última me invitaron a quedarme como Superintendente Técnico para dirigir la fábrica con 300 obreros, lo que rechacé por el apego a mi patria, mi hogar, más que todo por enseñar todo lo aprendido en la Escuela Industrial y las universidades, especialmente a los gráficos, que estaban en la edad de piedra.

Tuve la satisfacción se asesorar a varias casas periodísticas, para la modernización de su maquinaria con la adquisición de rotativas del sistema offset entre las que se encuentran EL DIARIO, Hoy, Presencia.

Y aquí viene algo para las nuevas generaciones de gráficos, a quienes les interesa primero enriquecerse en el menor tiempo posible, sin importarles en absoluto contribuir al mejoramiento y difusión del arte, cultura y otros.

Si se solicita una cotización para la impresión de solamente 2.000 ejemplares de alguna obra, el dueño suma el valor de todos los materiales, salario de los operarios, los costes fijos y sumando todo le agrega un 200, y hasta un 300% de “utilidad”, lo cual encarece sobremanera cualquier trabajo, privando al público lector de adquirir una obra. Otros se dedican a plagiar o “piratear” obras nacionales y extranjeras y culpan al “contrabando”. A pesar de que existe la Ley de Imprenta, no hay autoridad capaz de sancionar estos delitos. Por otra parte, se anunció con bombos y platillos que ya contamos con una fábrica de papel bond. Si es cierto ¿por qué no bajan los costos de producción gráfica?

Don Carlos Castañón Barrientos, de la Sociedad Boliviana de Escritores, ya lo dijo en una conferencia. “…y a eso se añade que en el país nadie se ocupa de los escritores, tendremos perfilado un drama en absoluto inconcebible e inaceptable. Pedimos que se ponga punto final al silencio en que se está sumiendo a nuestros poetas, cuentistas, novelistas, autores de teatro y ensayistas. El estímulo y la valoración de su trabajo deben empezar por casa. Cuando así ocurra, nuestras letras irán subiendo en calidad y encontrando, igualmente, el reconocimiento respectivo en el extranjero. Entonces se nos abrirán espacios fuera de nuestras fronteras y se nos brindará respeto”,

El autor es ex Rector de la Escuela Superior Industrial “Pedro D. Murillo”. Ex Docente de Artes Gráficas en la Carrera de Artes de la UMSA.