Hasta ahora, faltando pocas semanas para las elecciones, prácticamente ninguno de los candidatos a la Presidencia de la República ha presentado planes, proyectos e intenciones sobre lo que serán las políticas económicas en el futuro. Parecería que cada uno guarda celosamente lo que haría de ser ungido en la presidencia, y el candidato oficial imita la conducta de sus oponentes.
¿Será que cada uno se cierra en lo suyo por temor a que los otros lo imiten si dan a conocer con la debida anticipación lo que quieren y piensan hacer? Esta especie de cobardía no corresponde porque, si alguno copia a otro un buen plan, él irá en beneficio del país y, lógicamente, el crédito será del proponente; pero eso de “guardar” lo que podría beneficiar a todos, no está bien.
Hasta ahora, el candidato-presidente se ha referido a continuar con las ventas de gas como si ese fuese el único rubro digno de preocupación y atención de su candidatura. La verdad es que todos sabemos que, al menos por algunos años, nuestras ventas de gas estarían aseguradas y lo que no se puede prever es si los precios serán los mismos. De todos modos, soslayar programas de política económica no le hace ningún bien ni al candidato ni a su partido.
Los demás, los de la oposición, excepto pequeñas “pinceladas” a la economía, nada dicen y viven mustios, callados de lo que piensan hacer y, entretanto, se atienen a las ventas de gas; pero, ¿cuál sería la situación si los precios bajan o la demanda disminuye y nuestros ingresos se achican?
No hay referencias a las fuentes de producción, a la urgencia de contar con un reglamento a la Ley de inversiones que, mientras no se la apruebe, la ley quedará estancada y los inversionistas, nacionales y extranjeros esperarán hasta las “calendas griegas”. Tampoco hay proyectos sobre una reestructuración total de la minería, la posibilidad de industrializar productos que exportamos como materia prima; no hay planes ni proyectos para industrializar la basura que sería un gran rubro de ingresos y, además, la solución para los graves problemas que irroga tanto basural existente en el país.
Sería importante que, en el corto tiempo que queda para el 12 de octubre, todos los candidatos muestren lo que quieren y deben hacer en el campo económico; de otro modo, quedar satisfechos tan sólo con el gas, cuyo futuro siempre puede ingresar en el campo de lo incierto, no le hace bien a nadie y, mucho menos a quienes querrían ofrecer mucho y olvidan lo más importante y perentorio, la economía, las deudas externa e interna, la no tributación de muchos sectores, impuestos que deben pagar cocaleros, cooperativistas, etc., etc.; finalmente, ¿qué se hará para “resucitar” las fuentes de producción que han sido cerradas en los últimos años?
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