Encuentro impulsa desarrollo investigativo

La etnografía multisituada que busca un trabajo antropológico en distintos escenarios, la necesidad de un trabajo conjunto a nivel latinoamericano, y la recuperación de la identidad de los pueblos, fueron tres de las conclusiones a las que llegó el II Congreso de Antropología de Bolivia, organizada por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

Fueron cuatro días del encuentro en el Museo de Etnografía de Folclore (Musef), donde se debatieron 110 ponencias multidisciplinarias con la participación de 13 universidades de Bolivia, México, Chile, Argentina y España.

De acuerdo a la información proporcionada por el Secretario Académico de la Asociación de Antropólogos de La Paz (ADA) Pedro Pachaguaya, el encuentro logró el objetivo de generar espacios críticos de reflexión e intercambio de experiencias en torno al diseño e implementación de enfoques, tendencias, metodologías, instrumentos y proyectos acerca de las distintas realidades sociales de Bolivia y América Latina, “un aspecto inédito en nuestro medio”.

La primera conclusión tiene que ver con la búsqueda de nuevos conceptos, como la etnografía multisituada, que se constituye en un aporte fundamental en los tiempos de modernidad en el que vivimos, desde distintos espacios y ámbitos.

“A partir de esta propuesta se avizora la necesidad de hacer etnografía en los pueblos, en las empresas, en los Estados, y otros ámbitos”, dijo Pachaguaya al señalar que a partir de esta iniciativa la antropología ya no será vista como una disciplina que debe sumergirse sólo en las culturas antiguas para hacer investigación.

La segunda conclusión surge de la necesidad de la convivencia mutua de los que ejercen esta disciplina, pese a las posiciones encontradas, pero en procura de alcanzar objetivos comunes. “En este sentido en algunas mesas del II Congreso se han discutido ya no de temas sólo de Bolivia sino de otros países, como Brasil, como es el caso de Surinam, en el norte de ese país, donde se han conocido importantes trabajos de los pueblos que nosotros no conocíamos”, sostuvo.

En este contexto las universidades están dejando de ser las productoras de conocimiento antropológico para dar paso a los colectivos de antropología, “es importante porque estamos en un tiempo en que las demandas del conocimiento encuentran respuestas en otros espacios y organizaciones de discusión e investigación”, dijo.

Por su parte la directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas y Arqueológicas (IIAA) Claudia Vincenty, sostuvo que uno de los aportes importantes del presente Congreso fue la discusión sobre identidades. Por ejemplo se ha trabajado la realidad de los afrodescendientes y su cultura.

“Se ha tocado una temática pública que tiene que ver específicamente con la danza del tundiqui, en el que se ve una expresión que viene de una comunidad afrodescendiente y la discusión misma de este tema dentro de la misma comunidad, apoyada con la reflexión teórica para recuperar las identidades de estos pueblos”, dijo.

En opinión de Claudia Vincenty, entre los aportes del congreso se pueden mencionar la discusión académica, pero también el intercambio de experiencias que se nutren de manera dialéctica. “Fue muy importante en cada mesa de trabajo los espacios de discusión, que finalmente reafirmaron las líneas temáticas de trabajo y propuestas para este encuentro”.

El 2009 en el que se presentaron alrededor de 40 ponencias, se constituyó en el principal articulador que abrió la senda de discusión académica, política, interinstitucional y social. En el marco del II Congreso denominado Desarrollo, interacción y flujo de antropologías en Bolivia, además de ponencias, seminarios, conferencias y mesas de trabajo, se presentaron también muestras de arte, exhibiciones de música, danza y cine con sesiones de debate.

En esta oportunidad participaron investigadores de la UMSA, UMSS, UMRPSFXCH, UTO y UPEA de Bolivia; universidades de Bahía, Franca y Goias de Brasil; San Salvador de Jujuy y la de Buenos Aires de Argentina; Alberto Hurtado de Santiago de Chile; Barcelona de España y Escuela Nacional de Antropología e Historia, Veracruzana y la UNAM de México.