Menores carecen de control a uso de Internet

María, nombre ficticio de una adolescente de 12 años, confiesa que ingresa a salas de internet para conectarse con sus amigos de colegio y nuevas personas a través de Facebook al menos siete veces a la semana.

Asimismo, informó que logró conocer a adolescentes que huyeron de sus hogares, pero no cree que las redes sociales sean inseguras.

“Yo sólo hablo con ellos en el chat y nada más les cuento mis actividades y todo lo que me ocurre al igual que a mis amigos que son de colegio, no creo que eso sea peligroso, porque sólo hablamos y si me invitaran a salir, ahí sí creo que no aceptaría, porque la verdad no sé si son los de la foto”, expresa la joven con una sonrisa coqueta.

María al igual que cerca de 10 muchachas se encuentra al interior de un internet por inmediaciones de La Ceja, donde se muestra que todos ellos se encuentran concentrados frente a la pantalla sin divisar quien entra o quien sale del lugar, porque sus propios cubículos las “protege” de otros visitantes que quieran curiosear.

Otros escolares si bien optan por la distracción de los “juegos en red”, entre dos o más de tres amigos, los mismos están conectados con sus celulares o audífonos, lo que permite su total aislamiento del entorno a sumergirse en sus propias “comunicaciones” de las redes sociales.

María expresa que la comunicación con sus padres no es la más adecuada, más aún cuando ambos tienen que trabajar y su padre sólo se comunica con ella para llamarle la atención, regañarla o revisar en sus cuadernos si tienen o no tareas pendientes, pero se da cuenta que ambos progenitores desconocen el manejo de las nuevas tecnologías, donde ella encuentra un mundo “perfecto”, para solicitar “consejos” y donde puede recibir una serie de opiniones, sin preocuparse del origen o la intensión de los emisores de los mismos.

“En varias ocasiones tuve que mentir para poder quedarme más tiempo en el internet y seguir chateando, pero a fin de año cuando pase de curso voy a pedir un celular de donde pueda chatear, para hacerlo desde mi casa y como mi mamá no quiere que salga mucho será mejor”, indica, sin darse cuenta de los riesgo que representa el exponerse a través de las redes sociales.