Marchan contra la violencia

Aproximadamente un centenar de estudiantes de tres establecimientos escolares del Distrito 1 protagonizaron ayer una marcha que recorrió varias calles de La Ceja en protesta contra la violencia que perciben en sus hogares, colegios y barrios, explicó Anselmo Chipana, uno de los escolares.

En su movilización, los escolares portaban pancartas y letreros dando a conocer las formas para evitar que ellos continúen viviendo rodeados de violencia, factor que genera una serie de consecuencias que repercuten por el resto de su vida.

Los escolares denunciaron que “vivir en violencia” se torna insoportable más aún cuando la misma está enraizada en el proceso de enseñanza desde sus hogares, escuela, colegio y barrio, por donde ellos deben desarrollar sus actividades y vivencias en su desarrollo.

Al mismo tiempo los jóvenes en su recorrido pasaron por las puertas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de El Alto demandando mayor seguridad ciudadana, resultados en el proceso de investigación que permitan disminuir los casos delictivos, siendo éste uno de los principales factores que los adolescentes identifican como el hecho más violento que genera mayor temor a las víctimas y a ellos.

“Nosotros pedimos que nuestros derechos dejen de ser vulnerados y uno de ellos es por ejemplo que se eviten los hechos de violencia que afectan el desarrollo emocional de los niños, niñas y adolescentes, quienes en los últimos días han tenido que enfrentar la violencia desde sus hogares”, explicó Beatriz López, una de las participantes de la marcha y parte de la organización Aprende.

Asimismo, los participantes dieron a conocer que una de las mayores acciones de violencia que deben enfrentar se origina, en muchos de los casos, desde el momento en que llegan a ser concebidos, cuando sus progenitores en vez de brindarles seguridad y amor desde el vientre, sólo priorizan los factores económicos y problemas sentimentales.

En la adolescencia uno de los mayores hechos de violencia que ellos perciben es ocasionado en sus unidades educativas, donde el bullying o las pandillas son las encargadas de generar una serie de hechos de violencia. En estos sectores los jóvenes deben enfrentarse y defenderse para no llegar a ser víctimas constantes de este proceso.

El tercer ambiente de violencia que ellos detectan son las zonas donde viven, allí perciben la violencia con la que los vecinos buscan resolver sus problemas de seguridad ciudadana o diferentes demandas que buscan ser adquiridas.