Érase una vez un actor estadounidense llamado George Clooney. Él era uno de los hombres más deseados del mundo; allí por donde pasaba recogía piropos, levantaba suspiros y robaba corazones. Bien lo sabían modelos, actrices, deportistas, empresarias... Pero después de muchos y sonados romances -con sus correspondientes rupturas-, llegó ella, la que debía ser su esposa. Amal Alamuddin, una abogada británica con raíces libanesas (diecisiete años menor que él) le robó el corazón y se convirtió en su mujer.
Si hay una noticia que poco esperábamos escuchar en el mundo celebrity esa era la de la boda de George Clooney. El actor estadounidense había manifestado en repetidas ocasiones que no se casaría (en realidad, que nunca volvería a hacerlo ya que estuvo casado con Talia Balsam desde 1989 a 1993). Pero George debió aplicarse aquello de “nunca digas nunca” o “no digas de este agua no beberé”, porque luego, pasa lo que pasa. Amal Alamuddin llega a tu vida y rompe todos los esquemas. Poco más de un año de relación y... ¡Boda en Venecia!
Alamuddin eligió para su gran día a uno de los grandes
diseñadores de vestidos de novia: Oscar de la Renta. La novia usó un vestido de encaje ajustado hasta la cintura con falda sobre dos capas de tul y con una larguísima cola.
La noticia ha dado la vuelta al mundo después de que la pareja se dio el sí quiero en Venecia.
La primera actividad fue una comida, la noche del viernes, en el restaurante Da Ivo, donde el dueño regaló a Clooney varias botellas de vino de 250 mil pesos. Además, compartieron un ron que llevó especialmente Rande Gerber, según menciona el diario inglés Daily Mail. Allí, Amal Alamuddin se robó todas las miradas con un vestido rojo estampado de la casa Alexander McQueen.
El sábado, día del casamiento, Clooney desayunó con Cindy Crawford y Gerber en la terraza del Cipriani, donde saludó y bromeó con el enjambre de paparazzi que lo rodeó durante todo el fin de semana. El protagonista de La Gran Estafa estuvo siempre del mejor humor.
Al caer la tarde, la pareja se dio el ‘sí, quiero’ en una íntima ceremonia, que tuvo lugar en el hotel Aman Canal Grande Venice, construido en el año 1550. El novio no se hizo esperar y llegó al encuentro con Amal en un taxi acuático acompañado de sus padres y varios amigos. Una vez convertidos en marido y mujer, los recién casados y sus invitados disfrutaron de un cóctel en el que no faltó el champán y el prosciutto (jamón), según informa Daily Mail.
Sin embargo, cerca de las dos de la tarde, los recién casados tuvieron que prepararse para acudir al brunch que tenían preparado junto al resto de invitados en el Hotel Cipriani. Así , la abogada de 36 años, apareció con un impresionante vestido corto de encaje blanco con manga larga salpicado de flores rosas, rojas y púrpuras, diseño de Giambattista Valli de la colección primavera-verano 2014. Junto a ella el feliz George, con un elegante traje de chaqueta gris que combinó con una camisa blanca.
De acuerdo con el Daily Mail, en el cóctel tras la ceremonia se incluyeron canapés de prosciutto con higos y de polenta con hongos silvestres, entre otras delicatesen. El novio lució un esmoquin Armani a la altura de la ocasión.
El episodio romántico fue presenciado por un grupo de estrellas de Hollywood forradas en esmóquines de diseñador, junto a féminas del jet set. Todos ellos recorrieron el Grand Canal de Venecia, a bordo de los tradicionales botes-taxi de la ciudad.
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