Eli´s y el sueño de Harry Sojka

“Enero de 1939, Harry Sojka Friedländer, un adolescente camino a cumplir los 15 años, en compañía de Egon, su hermano dos años mayor; su madre Getrude Friedländer y su padrastro Leo Nothmann, dejaban atrás la barbarie y despiadada persecución que ya había cobrado la vida de muchos de sus familiares y amigos.

El 7 de marzo de 1939, mientras la humeante locomotora encadenada a una hilera de vagones descendía desde El Alto a la desaparecida Estación Central, ubicada en la avenida Perú, Harry Sojka observaba casi impertérrito la ciudad que, rodeada de montañas, se convertiría en su nuevo hogar durante los siguientes 72 años, aunque debió alejarse de ella 17 años, porque en 1950, a sus 26 años, caracterizado por un espíritu emprendedor, pilar de éxitos futuros, se traslada a la ciudad de Nueva York, donde radicaría hasta el año 1967”.

Los dos pasajes son el inicio del segundo capítulo del libro titulado: “Vida y obra de un hombre fuera de serie”, obra -a ser publicada próximamente-, que narra la biografía de Harry Sojka y la historia de restaurant confitería Eli´s, el emblemático local paceño –que acaba de celebrar 72 años y ha sido reconocido como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Ciudad de La Paz- ubicado en el edificio del no menos tradicional Cine Teatro Monje Campero, precisamente en la esquina que conforman El Prado y la calle Bueno.

Si bien Harry Sojka, cariñosamente y a secas llamado “Harry”, jugaría un papel determinante en la consolidación y expansión de Eli´s, desde principios de los años ´70, cuando adquiere el local a sus padrastros Leo Nothmann y Elisabeth Schmidt, su vinculación al mismo data desde principios de los años ´50, cuando la señora Schmidt, una inmigrante de origen judío-austriaco lo compra a Evelyn Feiler, quien a su vez hizo lo mismo de manos de Max Bieber, que fuera propietario de la recordada heladería Max Bieber que funcionaba en la avenida 20 de Octubre.

UNA HISTORIA APASIONANTE

¿Quién no ha estado en Eli´s?, es una pregunta que se formulan todos, quienes de una u otra manera se enteran que el libro será publicado en breve como un merecido homenaje a Harry Sojka, fallecido el 27 de marzo de 2012 en Nueva York, y al local que a lo largo de setenta años acoge a paceños y no paceños bajo una atmósfera que lo hace único e inigualable.

Por restaurant confitería Eli´s ha pasado una sorprendente galería de personajes de talla mundial como el legendario Ernesto “Che” Guevara; el filósofo y escritor francés Jules Régis Debray; el compositor y actor francés de origen armenio Charles Aznavour; la mítica guerrillera Haydeé Tamara Bunke Bider, conocida como Tania; amén de la laureada escritora chilena Isabel Allende, que entre sus 11 y 12 años vivió en La Paz.

Decenas de personalidades, desde ex presidentes, vicepresidentes, ministros, dirigentes sindicales, artistas, escritores, periodistas, pintores, deportistas –nacionales y extranjeros- han ocupado las mesas del emblemático y tradicional local paceño. Muchos de los cuales brindan su testimonio en el libro.

Más de cuatro generaciones de paceños y no paceños han degustado su exquisita gastronomía y fina pastelería europea. Eli´s es en La Paz lo que en otras grandes capitales del mundo lo son restaurants y confiterías que por su tradición y calidad se constituyen en verdaderos íconos de la gastronomía, colocándolos en sitiales que los hacen favoritos de nacionales y connacionales.

El merecido sitial ganado en más de siete décadas por restaurant confitería Eli´s, ubicado en el edificio del cine teatro Monje Campero desde el año 1942, obedece a esa filosofía que aplicó e inculcó en cada uno de los trabajadores Harry Sojka: “Hay que atender a cada cliente como si fuera el único”. A esta sabia frase debe agregarse una insuperable carta gastronómica con platos nacionales e internacionales, la más fina pastelería europea y los deliciosos helados, favoritos de grandes y chicos.

Hoy Eli´s es una cadena nacional de pizzerías al estilo Nueva York, en ocho tamaños, desde la dúo hasta la interminable, verdaderamente interminable, reconocidas internacionalmente como las pizzas Top de Bolivia. En sus 30 locales de La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz de la Sierra y Tarija destaca otro legado de Harry, una esmerada y fina atención, donde la rapidez en el servicio la hacen única y preferida para los paladares más exigentes, desde los más grandes hasta los más pequeños.

En “Eli’s del Monje Campero” como tradicionalmente se le conoce, uno se encontrará con trabajadores activos que, como Margarita Gareca, han alcanzado las seis décadas ininterrumpidas atendiendo a miles de clientes, por lo tanto se constituyenen la memoria viva del reconocido establecimiento.En testimonios, como el de Margarita y decenas de trabajadores,nos adentraremos en historias y anécdotas de personajes únicos, donde tampoco estarán ausentes las experiencias de clientes que de niños llegaban a Eli´s con sus padres y hoy lo hacen con sus nietos. Recordaremos al desaparecido Max Villegas, “el alma de Eli´s”, como lo recuerda Peter Sojka, actual gerente general e hijo del desaparecido Harry Sojka.

En Eli´s nacieron romances, se concretaron grandes emprendimientos y negocios, se conspiró y se tejieron estrategias políticas que hacen a la historia del país de los últimos setenta años.

En la biografía de Harry Sojka y la historia de Eli´s conoceremos en detalle como la visión de este inmigrante judío-alemán que amaba Bolivia, logró, junto a su hijo Peter y más de 400 empleados, construir y consolidar una cadena nacional con socios en El Alto, Cochabamba, Santa Cruz de la Sierra y Tarija.

En Harry Sojka descubriremos como el trabajo, esfuerzo, sacrificio y, por sobre todo, responsabilidad social, pueden conducir al hombre a concretar los más caros anhelos, conoceremos al patrón que jamás dijo “hagan” sino “hagamos”, nos conmoveremos con el testimonio de “Natalia”, la trabajadora del Hogar que lo acompañó en sus últimos 14 años de vida, dando fe que Harry era tan noble de corazón dentro y fuera de casa, reiremos con sus anécdotas y recuerdos que tanto le gustaba contar y tanta hilaridad provocaban entre sus amigos.