EI continúa asalto a enclave kurdo

Beirut.- El grupo radical Estado Islámico (EI) no ceja en su empeño de tomar el enclave kurdo sirio de Kobani, en la frontera con Turquía, pese a que ayer sufrió una treintena de bajas en sus filas por los bombardeos de la coalición internacional.

Durante la jornada, los combates entre los extremistas y las Unidades de Protección del Pueblo kurdo prosiguieron en las inmediaciones de la ciudad, al igual que en los últimos diecinueve días de ofensiva yihadista contra Kobani.

La presión de los radicales sobre esta ciudad se mantiene constante pese a que ayer cerca de 30 miembros del EI murieron por los bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra las bases de la organización en la zona de Al Shadadi y sus alrededores, a unos 270 kilómetros al este de Kobani.

Todos los fallecidos son combatientes de nacionalidad extranjera, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, informó Efe.

Pese a este golpe, los combatientes del EI siguieron enfrentándose al este y sureste de Kobani a los milicianos kurdos, donde mataron a trece de sus adversarios.

Tras un momento de calma la pasada madrugada, la batalla se reanudó de forma feroz, aunque ayer fue día festivo en Siria, como en otros países de la región, donde se celebra el “Eid al Adha”, la fiesta musulmana del Sacrificio, la más importante del calendario islámico.

Los combates se concentran, especialmente, en la colina de Moshtenur, atacada por los radicales porque en ella se concentran integrantes de las Unidades de Protección del Pueblo.

Dicha elevación se ubica entre la ciudad de Kobani y la aldea de Qara Helinch, tomada por el EI y desde donde los kurdos disparaban cohetes contra los yihadistas.

Kobani es uno de los tres principales enclaves kurdos de Siria y desde el pasado 16 de septiembre está cercada por el EI por sus lados oriental, occidental y meridional, ya que por el norte limita con Turquía.

El avance de los extremistas ha sido imparable desde el inicio de la ofensiva contra este enclave pese a los ataques de la coalición internacional en sus afueras que no han sido capaces de detenerlos.

Los kurdos consideran que la única forma de vencerlos sería destruyendo sus armas pesadas, que les hacen superiores sobre el terreno frente las Unidades de Protección del Pueblo kurdo, que se enfrentan a ellos con armamento menos sofisticado.

Desde el comienzo de su ataque, el EI se ha hecho con el dominio de más de 350 pueblos de las inmediaciones de Kobani y ha originado un éxodo de desplazados kurdos a Turquía y otras partes de Siria.

Ante las posibles repercusiones de esta crisis en su territorio, Ankara ha desplegado carros de combate en su parte de la frontera.

Esta semana, el Parlamento turco renovó el permiso al Gobierno para enviar tropas a Irak y Siria para combatir contra el EI.

La decisión ha sido rechazada por el Ejecutivo de Damasco que ha advertido de que considerará como una “agresión” cualquier intervención turca en suelo sirio.

En un artículo publicado en el diario libanés Al Biná, el viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal Miqdad, acusó al Gabinete del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, de apoyar a “los terroristas”.

“Este Gobierno (el turco) es el padre real del terrorismo en la región. Desde el comienzo de la crisis siria, no ha ocultado los sueños otomanos que traen a los sirios recuerdos sangrientos”, indica Miqdad en el texto, escrito por él mismo.

A su juicio, el Ejecutivo de Erdogan pretende engañar al mundo para conseguir autorización con el fin de combatir el terrorismo del EI para, en realidad, lanzar una guerra en Siria y generalizar este tipo de organizaciones terroristas.

Los kurdos, por su parte, han dado la bienvenida a cualquier esfuerzo para salvar Kobani, siempre que respete la Administración autónoma kurdo siria.

Estados Unidos anunció el 23 de septiembre el inicio de la ofensiva aérea contra el EI en suelo sirio, donde colaboran varios países árabes, después de que este grupo proclamara un califato en Irak y Siria a finales de junio.

El Viernes, los radicales publicaron un vídeo con la supuesta decapitación del cooperante británico Alan Henning, el cuarto rehén occidental asesinado por el EI en Siria tras los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, y su compatriota David Haines, también trabajador humanitario.