Pronóstico: Deficit de hidrocarburos en diez años

“El primer buen negocio del mundo es tener un buen manejo de hidrocarburos, el segundo mejor negocio es manejar mal hidrocarburos” son las palabras de Jorge Téllez Sasamoto, quien manifiesta que, según las reservas nacionales, a Bolivia le quedan diez años más de reservas que desembocarán en un déficit del principal sustento económico del país.

“Sin embargo, poco se hace por encontrar nuevas reservas que deben ser prioridad para que en diez años, cuando no se tengan reservas comercialmente explotables, no se tenga que pensar en racionar las exportaciones y el uso interno de los hidrocarburos”, añadió nuestro entrevistado.

MANEJO

“No existe un buen manejo de los hidrocarburos, si bien existe una muy buena ganancia, lo que no sabemos los bolivianos es cuánto nos cuesta generar esas ganancias, cuánto estamos perdiendo y dejando de ganar y si estas están en correspondencia con las reservas que tiene el país. El que existan mejores ingresos no asegura que exista un buen manejo, porque con buenas o malas políticas. Los hidrocarburos son muy buen negocio, pero  la diferencia es el final”, manifestó Téllez Sasamoto.

Según datos del Ministerio de Hidrocarburos, las reservas nacionales llegan a los 10,45 trillones de pies cúbicos (TCF), que según las proyecciones de diferentes analistas, alcanzarían para diez y 18 años más, tiempo en el que estas se agotarían y provocarían un déficit.

“Las reservas son como el ahorro que cada uno tiene en el banco o bajo el colchón, si este es usado sin aumentarle más ingresos se acabará y tu economía se caerá, lo mismo pasa con las reservas. En todo este tiempo no se ha encontrado ningún nuevo campo de petróleo, ni se ha trabajado en políticas de exploración, se ha pensado en trabajar refinerías de mayores proporciones sin asegurar la materia prima”, expresó Téllez.

En materia de hidrocarburos, las reservas son la forma de medir la riqueza y solvencia que tiene este rubro, lastimosamente en el país estas son exiguas, en comparación con las de otros países que viven del petróleo.

Lastimosamente, como muchos otros sectores, no sólo hidrocarburos, en el país se ha iniciado un crecimiento a partir de la construcción de plantas de gran capacidad, en diferentes áreas, sin pensar en asegurar la materia prima, haciendo que estas industrias no rindan y se conviertan en elefantes blancos. 

TRANSNACIONALES HACEN TRABAJO DE YPFB

¿Existió una verdadera nacionalización? Es la pregunta que varios sectores se hacen y cuestionan desde hace algunos años atrás, cuando junto a efectivos de la Policía Militar el presidente del Estado, Evo Morales Ayma, ingresó a instalaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para instalar, en dichos predios, un cartel en el que se leía  “Nacionalizado”.

Sin embargo, desde entonces a pesar de haber “tomado el control de los hidrocarburos”, las transnacionales siguen realizando los trabajos que debería hacer YPFB, servicios por los que se pagan los llamados “costos recuperables”, mismos que representan un monto similar al de las ganancias y que el mismo presidente de YPFB, Carlos Villegas, reconoció al pedir a las empresas petroleras que realizan la exploración y explotación, reducir sus precios, que se incrementaron entre dos y diez por ciento en los últimos años.

“La migración de contratos sólo ha permitido legalizar la situación de las transnacionales que le han hecho daño al país durante la época de la capitalización. La verdadera nacionalización que necesitaba YPFB fue la que realizó Marcelo Quiroga Santa Cruz, cuando tomó las instalaciones y sacó a las transnacionales sin que se lleven absolutamente nada, tomando posesión de las oficinas, de las plantas, de los mapas de exploración y de todo el manejo con  profesionales bolivianos”, dijo Téllez.

Otra de las preocupaciones es que dentro de estas migraciones, en uno de los anexos, se autoriza la devolución de la inversión de las empresas petroleras por parte del Estado, que se suma a los costos recuperables. 

Ante la interrogante de si una nacionalización de estas características aún es posible,  Téllez, exrepresentante de YPFB en los EEUU, señala que ya no es viable, porque luego de ocho años en los que las empresas petroleras son las que operan la explotación y exploración, ya no tenemos las condiciones para hacerlo, sobre todo en cuanto a recursos humanos se trata.

YPFB CERRADA A PROFESIONALES BOLIVIANOS

En el marco de las propuestas electorales, sectores políticos de oposición a la cabeza de Jorge Tuto Quiroga, demandaron la revisión de los costos recuperables,  pidiendo su desaparición, a lo que el presidente de YPFB, Carlos Villegas, señaló que esta medida sólo serviría para darle vía libre a que las transnacionales dispongan del manejo de los hidrocarburos.

Al respecto, Téllez manifiesta que la anulación de los costos recuperables sería lo ideal, pero que el problema radica en que para esto, las empresas petroleras deberían dejar de prestar sus servicios y  sea YPFB, con su propio personal, la empresa nacional que se encargue de la exploración y explotación de petróleo, tareas para las que ya no existen profesionales.

“El manejar una empresa petrolera es muy delicado, los profesionales deben ser capacitados de la mejor manera porque no puedes equivocarte en la perforación de un pozo que cuesta miles de dólares, es como lanzar un fosforo encendido y quemar todo y esa es la mayor falencia, ya no contamos con esos profesionales, YPFB era un centro de formación muy importante que desde la capitalización ha cerrado sus puertas a nuevos profesionales bolivianos”, señaló Téllez.

Al no existir profesionales que puedan manejar YPFB, poco es lo que se puede hacer para buscar gente idónea que maneje tanto la parte técnica como las políticas de hidrocarburos que deben ir de la mano para una buena administración de este recurso no renovable, que hoy constituye el único ingreso de Bolivia.

Téllez forma parte de una de las últimas generaciones de ingenieros en hidrocarburos con experiencia necesaria que trabajó en YPFB y que luchó por una verdadera nacionalización de los hidrocarburos.

Como él dice, muchos de los trabajadores, entre ingenieros y obreros, que se encargaron de YPFB hasta la capitalización, quedaron en el olvido sin dejar su conocimiento como una herencia  a nuevas  generaciones. (Por: Leny Chuquimia)