Pekín.- La alerta naranja, segunda en gravedad, por contaminación se mantenía ayer en Pekín, lo que obligó a cerrar o reducir actividades en más de un centenar de fábricas pequinesas.
Aunque los meteorólogos indicaron ayer que la lluvia podría reducir los índices de contaminación a partir de la noche, la visibilidad en Pekín y otras zonas del norte de China sigue siendo escasa, y mucha gente ha optado por pasar el día libre en casa a consecuencia de la mala calidad del aire, informó Efe.
Siguiendo los planes de emergencia en caso de prolongada polución, también se ha ordenado detener las obras en edificios en construcción, y se ha prohibido la circulación de vehículos con cargas susceptibles de contaminar el aire, como tierra o grava.
Seis equipos de inspección han sido enviados a Pekín, la vecina Tianjin y la provincia de Hebei (que rodea a las dos anteriores) para supervisar las medidas de respuesta a la contaminación.
Ésta obligó ayer por el momento a recortar la etapa del Tour de Pekín, del circuito mundial de la UCI.