Luego de la declaración de alerta a nivel mundial que emitiera la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el Servicio Departamental de Santa Cruz se puso en funcionamiento el Comité Operativo de Emergencia de Salud (Coes) para cubrir cualquier eventualidad sobre la presencia de esta enfermedad en territorio boliviano.
El objetivo es mantener a todas las instancias en salud atentas ante esta amenaza de carácter mundial. En la ciudad y provincias, a través del Servicio Departamental de Salud (Sedes), se capacitó a todo el personal de salud de los tres niveles de atención, incluidas las clínicas privadas y de seguridad social. De igual forma, se activó el control epidemiológico en el aeropuerto Viru Viru y las fronteras de puerto Suárez y San Matías.
El director del Sedes, Joaquín Monasterio, informó que se incrementó el número de casos positivos de esta mortal enfermedad a nivel mundial. Ante esta situación, desde agosto se elaboró un plan de contingencia, basado en la situación de riesgo en caso de que el virus ingrese al departamento por el tránsito de pasajeros que llegan del África, que es la zona epidémica.
El personal de Salud del Sedes en el aeropuerto realiza el control a los pasajeros que tienen algún síntoma sospechoso de cualquier enfermedad para así evitar que haya una epidemia en Santa Cruz.
“No tenemos ningún caso del ébola en el país, por esa razón hemos declarado alerta amarilla, para prevenir los riesgos y evitar la posible presencia de una persona con síntomas que podría desencadenar un brote del ébola en Santa Cruz. Esta alerta amarilla, significa poner en funcionamiento el Comité Operativo de Emergencia de Salud (Coes) para cubrir cualquier eventualidad”, dijo Monasterio.
La Organización Mundial de Salud (OMS) declaró el brote del ébola en África Occidental y se constituye una emergencia de salud pública internacional. “El brote se mueve más rápido que nuestra capacidad de control”, admitió la directora general de la OMS, Margaret Chan.
El anuncio tiene implicaciones para los países afectados, a los que pide, entre otros aspectos, aplicar medidas de control en los vuelos y en la movilidad de la población. Pero también para el resto de estados, a los que se solicita ayuda: “Los países afectados no tienen la capacidad para enfrentarse a un brote de esta complejidad por sí solos”, comentó Chan, “nuestra seguridad sanitaria colectiva depende de apoyarlos a contenerlo”.
Desde el primer brote registrado del ébola (República Democrática del Congo, 1976), se han sucedido otros 25 episodios, incluido el actual, que afecta a Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria. Ninguno ha provocado tantos muertos (hasta la fecha se registraron 8.997 y 4.493 muertes).
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