Preocupa violencia en los cuarteles

Las torturas y tratos degradantes e inhumanos ejercidos en los cuarteles de Bolivia son de preocupación para la Defensoría del Pueblo, más aún cuando “se suma un aparente encubrimiento e intentos de acallarlos”.

De acuerdo con un reporte de prensa, el Defensor del Pueblo recordó que en los últimos tres meses se han conocido públicamente cuatro casos que presentan estas características: el de estudiantes de la Universidad indígena Túpac Katari, el asesinato de una joven premilitar a manos de su instructor en Achacachi y las denuncias de golpizas a un conscripto en Cobija y otro en Santa Cruz.

“En todo ellos vuelven a manifestarse las conductas violentas y abusivas de oficiales, instructores y conscriptos ‘antiguos’ que parecen responder a una formación atávica y colonial que asume que la disciplina y la formación militar son sinónimo de desprecio por la vida y la integridad, discriminación y vulneración de derechos humanos”, dijo.

Ante esta situación se instruyó hacer un seguimiento especial a los casos que se han presentado en este tema, así como de otros como el proceso que se le sigue al coronel José Antonio Campero sindicado como autor de la muerte del Luis Steer y el soldado Alan Álvarez en una unidad militar en Sucre y el caso del conscripto que habría recibido una golpiza en el recinto militar de Cobija, tras lo cual debió ser trasladado al hospital militar de Cossmil en La Paz ante la gravedad de su estado.

Recordó que desde hace dos años la Defensoría del Pueblo ha denunciado que la cultura colonial de la violencia y la discriminación no se han modificado en las Fuerzas Armadas y esta situación parece haberse agravado en los últimos años, lo que se evidencia con la muerte de los cadetes Poma Guanto y Ceooly Espinal en Sanandita, además de las más de 20 muertes de conscriptos, cadetes e incluso personal civil en recinto militares en los últimos años.