Volatilidad del precio del crudo empuja a crear fondo

La variación de los precios del petróleo en el mercado internacional debe empujar a crear un fondo de estabilidad, mecanismo de ahorro que cuando haya valores altos, el excedente se ahorre para enfrentar niveles bajos del crudo, posteriores, según plantea la Fundación Jubileo.

Por el momento, la baja en el precio internacional del petróleo, registrado en los últimos días, no tendrá un impacto inmediato en los ingresos que el país recibe por la exportación de sus hidrocarburos.

La fórmula de precios aplicados en los contratos de Bolivia para la exportación de gas natural a Brasil y Argentina es ajustada trimestralmente en base a la cotización de tres fuel oils que, a su vez, dependen de la cotización del precio internacional del barril de petróleo, tanto del West Texas Intermediate (de referencia para EEUU) como del Brent (de referencia para Europa, África y Oriente Medio)

Por las fórmulas presentes en el contrato suscrito entre Bolivia y Brasil, para que las variaciones en los precios internacionales del petróleo tengan un impacto en los ingresos del país, deben tener una tendencia continua durante un lapso de tiempo.

Precio

Respecto al precio del consumo de hidrocarburos en el mercado interno, Jubileo recuerda que, desde hace una década, el precio del barril de petróleo en Bolivia está fijado en 31,16 dólares; las variaciones de los últimos días tampoco influirán para los consumidores nacionales.

Sin embargo, Fundación Jubileo considera que esta variación de precios en el mercado internacional, caracterizada por su volatilidad, debería generar en el país una reflexión orientada a analizar la pertinencia de crear un mecanismo de ahorro (Fondo de estabilización), de modo que cuando haya precios altos el Estado guarde esos excedentes para utilizarlos cuando los precios internacionales bajen.

El director de Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, remarcó que también debe tomarse en cuenta estas fluctuaciones para darle un mejor uso y destino a los recursos generados por la exportación de nuestras materias primas, promoviendo inversiones en sectores productivos alternativos a los hidrocarburos y minería, que deriven en mayor crecimiento económico y generación de empleo.