Los beneficios de la reflexología podal

Existe la creencia de que “las extremidades inferiores son para el hombre como las raíces para el árbol y que según se encuentren los pies, así estará el resto de la persona”. Precisamente la reflexología podal es una técnica milenaria que se enfoca en puntos específicos para el diagnóstico y tratamiento de dolencias.

“La reflexología podal consiste en la manipulación firme y delicada de ambos pies con la finalidad de estimular los puntos reflejos que alivian la tensión del cuerpo y activan el flujo sanguíneo, para evocar las facultades curativas latentes del organismo, ayudando a crear un estado saludable y armónico a nivel físico, mental y emocional”, explicó la terapeuta del Espacio Orión Isabel López de Muñoz.

La técnica

Según López, la reflexología estimula o calma zonas del cuerpo mediante la manipulación inteligente de puntos reflejos en los pies. Dichos puntos tienen una correspondencia exacta, precisa y en miniatura de otras partes, órganos o glándulas del cuerpo. Este manejo de zonas específicas en los pies provoca una respuesta refleja favorable e involuntaria en la parte relacionada con el cuerpo.

“La reflexología se basa en la utilización benéfica de los reflejos que producen los masajes. En los pies estos puntos reflejos se constituyen en canales nerviosos y energéticos que conectan a estos puntos de los pies con todas las partes del cuerpo, que al ser masajeados con los dedos pulgar e índice estimulan el trabajo de glándulas, órganos y músculos”, expresó López.

Esta técnica se desprende de la acupuntura que afirma que el hombre posee energía invisible denominada “Chi” que circula por unos canales llamados meridianos. En estos canales existen puntos específicos que son masajeados y se oprimen para regular la circulación de esa energía. Cuando dicha energía se estanca en un órgano es cuando se produce un desequilibrio que repercute sobre una función orgánica y llega a producir la enfermedad.

Esta terapia trabaja sobre zonas microreflejas de todos los órganos del cuerpo, localizadas en el área de los pies. Por ejemplo: la columna vertebral se halla en el borde interior del pie. La cabeza se refleja en los dedos, el lado derecho de la cabeza se halla en el dedo gordo derecho y el lado izquierdo en el dedo gordo izquierdo, los otros dedos son zonas reflejas de los oídos, la vista, etc.

Por otra parte, la zona del cuello se refleja en las falanges de los dedos. El tronco con sus correspondientes órganos abarca la planta de los pies. Las extremidades se hallan representadas en el borde exterior del pie.

Beneficios

López afirma que la reflexología al estimular los puntos reflejos permite la liberación de endorfinas que son compuestos químicos que se producen en el cerebro, cuyas propiedades actúan como analgésicos similares al efecto de la morfina. Se genera una sustancia en la glándula pituitaria que está relacionada con el control del sistema endocrino (glándulas que producen hormonas).

“Esta terapia permite ayudar a restablecer el flujo natural del cuerpo, liberando toxinas, aliviando muchos malestares (dolores de espalda, cabeza y muelas) y problemas leves como insomnio, irregularidad menstrual, desórdenes digestivos, estrés, tensión, asma, ansiedad y falta de energía entre otros”, agregó la terapeuta.

Dicha técnica ayuda a movilizar y liberar el exceso de toxinas acumuladas que promueven la llamada crisis curativa, que se presenta en forma de goteo en la nariz o un aumento de sudoración u orina. Estas reacciones significan que el cuerpo está respondiendo favorablemente al tratamiento y que estos síntomas pasarán en poco tiempo para dar paso al bienestar.

La reflexología es una alternativa muy útil para una persona de cualquier edad, que va desde un bebé hasta una persona anciana, salvo algunas excepciones como en enfermedades cardiovasculares, hongos, heridas sin cicatrizar, así como dermatitis, osteoporosis y en el embarazo.

La aplicación de la reflexología es numerosa, en especial en los casos de: depresión, nerviosismo, neuralgias, cefaleas, disfunciones del metabolismo y hormonales, problemas genitourinarios, rehabilitación en casos de traumatismo, afecciones inmunológicas, dolores crónicos musculares y auriculares, entre otros.