Operaciones y proyectos mineros estatales

Huanuni. Los altos costos de producción de estaño, derivados del excesivo costo laboral de su exorbitante planilla (aumento de 1.000 a 5.000 trabajadores desde fines de 2006) y los exagerados salarios, fueron compensados por una producción aceptable, pero especialmente por los elevados precios del estaño. Por sobreexplotación del yacimiento, la producción mensual promedio fue cayendo de 831 TMF en 2009 hasta 624 TMF en el primer semestre de 2014 (1S/2014), lo que derivó en pérdidas en este semestre, que empeorarán porque el precio del estaño bajó mucho: de 10,40 $us/LF en 1S/2014, las últimas semanas fue cayendo y el 17/10/14 marcó 8,75 $us/LF.

Para empeorar el panorama, con una inversión de 55 millones de dólares (M$us) se construyó un nuevo ingenio para subir el procesamiento diario de mineral de 1.200 a 3.000 toneladas por día, que no se cumplirá en mucho tiempo por insuficientes parajes de producción. Últimamente recibió del Estado un préstamo en fideicomiso de 55 M$us. Si no se toma de inmediato medidas correctivas (reducción de personal, salarios, bonos y precios de contrato, así como desarrollo de reservas), las pérdidas de Huanuni serán insostenibles.

Colquiri. En operación por COMIBOL nuevamente desde junio de 2012. A pesar del incremento de personal (de 500 a 1.200 trabajadores), su política salarial más recatada que la de Huanuni, el incremento de la producción de estaño y zinc y el todavía buen precio de estos dos minerales, hicieron que tenga aceptables utilidades. Necesitará mantener el control administrativo para afrontar menores precios.

Fundición de estaño de Vinto. El Estado volvió a operarla desde febrero de 2007. Sus utilidades dependen de lo que cobra por el tratamiento de concentrados ($us 660/ton) y de lo que gasta en ello. Como compra los concentrados, una tendencia alcista del precio le genera utilidades y a la inversa, como ocurrió en 2008 cuando por problemas técnicos para su tratamiento, acumuló concentrados que luego los vendió a mitad del precio que compró, causó una pérdida de unos 24 M$us.

Por compra de concentrados tiene deudas de 33 M$us con Huanuni y 16 M$us con Colquiri. Recientemente recibió del Estado un préstamo en fideicomiso de 50 M$us. Sin ningún estudio gastó 39 M$us para instalar un moderno horno Ausmelt, con capacidad de producción anual de 18.000 TMF, siendo la producción actual de 11.000 TMF. Para cubrir la diferencia se instaló el nuevo ingenio de Huanuni, que como se indicó no podrá cumplir con este cometido. Los datos permiten deducir que esta fundición con 520 trabajadores y un salario promedio de Bs 10.000 (Fides 02/09/14), está operando a pérdida.

Fundición de plomo-plata de Karachipampa. Inaugurada el 3 de enero de 2013, por problemas técnicos recién empezó a operar el 2 de agosto de 2014, pero interrumpió nuevamente su funcionamiento el 10/10/14; se dijo que la reparación tomaría unos dos meses. Repetidas veces se indicó que dada su pequeña capacidad de tratamiento en relación con otras fundiciones similares, sus costos de operación serán elevados y por tanto trabajará a pérdida. Los gastos aumentan así como la incertidumbre técnica y económica.

Fundición de bismuto de Telamayu. COMIBOL la rehabilitó y volvió a operarla desde 2008, sin tener asegurada su alimentación. Entre 2008 y 2013 exportó un promedio de 12 TMF por año, por lo que está operando con tremendas pérdidas. Curiosamente en la nueva ley minera, esta fundición no aparece entre las empresas de COMIBOL.

Litio y potasio en Salar de Uyuni. Pese a más de seis años transcurridos, las proyectadas producciones de cloruro de potasio (KCl) y especialmente de carbonato de litio (Li2CO3), están lejos de alcanzarse. Mis repetidas observaciones de que el método de evaporación solar no es adecuado para producir Li2CO3 y que se den a conocer datos técnicos básicos como el contenido de Li, K y Mg en las salmeras, las tasas de evaporación y pluviometría, la pureza del Li2CO3 y KCl y sus recuperaciones, nunca fueron atendidas. A pesar de no haberse superado las etapas piloto y semiindustrial, peligrosamente se está ingresando a la fase industrial.

Cobre catódico de Corocoro. Esta planta entre 2010 y 2013 produjo un promedio anual de 1.014 TMF (se proyectó 3.000 a 3.500 TMF), un 31% de lo proyectado. Se desconoce si da o no utilidades.

Hierro del Mutún. Principalmente la falta de infraestructura de transporte y la insuficiencia de gas natural precipitaron la salida de Jindal. A ello debe añadirse un detalle al que no se le ha dado importancia: la falta de un método adecuado de concentración para el hierro primero, el único que puede asegurar una producción de hierro y/o acero en gran escala. La anunciada instalación de una mini acería para producir acero de construcción, seguramente no podrá competir en precios con los productos de acerías grandes.

No existe un manejo técnico ni económico en las operaciones y los proyectos no se ejecutaron con estudios de factibilidad.