La desaparición de la crianza de abejas y la producción de miel han denunciado con gran alarma los productores de ese alimento y culpan de esa desgracia a las excesivas plantaciones de coca en las regiones de yungas y tropicales del Departamento de La Paz. Esa noticia pone en remojo algunos proyectos oficiales que buscan incrementar la industria apícola de notables ventajas para la alimentación y la salud.
Según agricultores del norte de La Paz, los apicultores se están viendo obligados a dejar esa industria en vista de que cientos de hectáreas de cultivos de café, frutales, verduras y otros productos polinizadores han sido sustituidos por cultivos de coca, en la misma forma que ocurrió en los yungas paceños. Pero ese no es el único problema que enfrentan, sino que, además, los cultivadores de la hoja de coca utilizan herbicidas y productos tóxicos que determinan que los insectos perezcan irremisiblemente ante su mortal efecto deletéreo.
Según las denuncias concretas de los apicultores, también el efecto de los herbicidas en las plantaciones de coca afectan la producción de miel, daño que alcanza a un nivel tan elevado que al presente sólo se cosecha por cada caja un tercio en comparación con lo que sucedía hace seis u ocho años. En efecto, en vez de cosechar 60 litros de miel por caja, ahora se obtiene únicamente 15 litros, como promedio anual.
Para llegar a tan catastrófico resultado se toma en cuenta que las áreas de cultivos de frutales, verduras y otros productos (como café), han sido erradicadas y, en cambio, ha proliferado el cultivo del arbusto de la coca, que no florece como otras plantas y no sirve de alimento para las abejas. Es más, como los cocaleros utilizan en forma creciente poderosos insecticidas para aumentar la productividad y la producción de coca, se produce la muerte de las abejas y, por tanto, la paralización de toda actividad de los apicultores que vieron en la producción de coca una tabla de salvación para su supervivencia económica.
Si bien otros factores también originan la ruina de los apicultores, el principal es la erradicación de plantas frutales que con su floración fabrican polen y néctar para que las abejas fabriquen la miel. Según los apicultores del norte paceño la producción de miel en esa región ha caído el porcentaje del cincuenta por ciento y se ha paralizado la exportación de miel, que se había constituido en una importante fuente de mano de obra.
A la par de la gravísima denuncia se agrega que en el país se está consumiendo cada vez mayor cantidad de miel importada, que entra de contrabando y se expende a precios bajos y que hace una competencia desleal al producto nativo.
En general, se puede indicar que la política de libre comercio que practica a ultranza el gobierno actual también afecta a otros renglones de la agricultura, la industria, la artesanía, la zapatería, la fabricación de ropa, etc., pero el caso de la miel, al que se hace referencia, es de extrema gravedad.
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