Círculo vicioso evasor

Días atrás pasé por la oficina Distrital del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), esperanzado en viabilizar dos denuncias de evasión impositiva generadas en la ciudad de Uyuni en fechas 28 de agosto y 19 de junio del presente año. Documentación en mano y acompañado de mi hija y una amiga suya nos dirigimos a la oficina de la Gerencia de Fiscalización para sentar denuncia por la descarada y tozuda no emisión de facturas que a continuación detallo.

En la primera de las fechas mencionadas, mi hija acompañada de su novio extranjero, tomó el servicio de una empresa para que los lleve hasta la laguna Verde, incluida la laguna Colorada, geiseres, Árbol de Piedra y atractivos sin par de la zona, por el precio Bs. 650.- por persona, Bs. 1.300.- para ambos. Ellos solicitaron la extensión de la factura, la respuesta fue que “no podían extender la misma porque el contador no estaba presente”, vaya gracia, en esa empresa sólo el contador puede extender facturas… además indicaron, “en quince días la enviarán a La Paz a través de una empresa de transporte”. Llamó inmediatamente a la línea gratuita de información y denuncias del SIN, le indicaron que la empresa debía extender la nota fiscal para ella y una factura sin derecho a crédito fiscal por el servicio al extranjero. Los empleados de la agencia insistieron con que las enviarían a La Paz.

Dos semanas después recogió un sobre con una factura por Bs. 650.-, la otra sin derecho a crédito fiscal no estaba incluida. Su amiga, meses antes realizó el mismo recorrido, le indicaron también que la enviarían a La Paz. Nunca llegó ninguna.

El SIN de La Paz explica que su jurisdicción está limitada a La Paz y que el reclamo había que presentarlo en la oficina de Uyuni o la Distrital de Potosí. Mi hija arribó a hs. 8.30 am. a Uyuni, el reclamo en la agencia duró más de media hora, apenas conocieron algo de la ciudad antes de emprender el recorrido de tres días y dos noches; su regreso a Uyuni fue a horas 18.00 e inmediatamente se embarcaron a la ciudad de Potosí. Estuvo el domingo en esa ciudad que todavía celebraba resabios de la festividad de Chutillos, luego se fueron a Sucre. No hubo manera de realizar denuncia alguna.

156 mil turistas visitaron Uyuni el año 2010 según el Viceministerio de Turismo; según la Gobernación de Potosí visitan anualmente 91 mil aproximadamente; aprovechando el alto porcentaje de extranjeros que no exigen factura porque no les sirve, las agencias de viajes se incomodan y resisten a emitirla cuando los pocos bolivianos las solicitan.

Según el Viceministerio de Turismo 73,6 por ciento de los turistas realiza el recorrido hasta la laguna Verde con el precio más bajo ofrecido de Bs. 650.- por persona, efectivamente hay costos de operación que restar. Invito al lector a calcular las ganancias de las empresas y las pérdidas por la no recaudación de impuestos al valor agregado y a las utilidades.

Uyuni, la Perla Andina, declarada Hija Predilecta de Bolivia por sus valientes soldados defensores del Chaco, tiene atractivos urbanos que debieran explotarse al máximo: el cementerio de trenes, edificios históricos, el reloj, el paseo de la Av. Arce, además se pueden crear museos de categoría y espacios lúdico-culturales de primera; pero lo primero es dar solución inmediata a la falta de alumbrado público, calles con basura y enlosetado deteriorado y muchas más sin enlosetar, inseguridad ciudadana y problemas a resolver para otorgar al visitante comodidad y seguridad que merece este destino turístico, el más importante de Bolivia. Evitando la evasión impositiva, se generaría recursos para resolver algunos de los mencionados problemas, con certeza ingresaríamos en un círculo virtuoso de provecho para la región. Efectivamente, hay avances recientes en esta ciudad, un ejemplo es la alta cobertura en agua potable.

Los ingresos fiscales han registrado un verdadero incremento a nivel nacional, ello muestra que se está ejerciendo mayor control y demuestra que la corrupción ha disminuido y marcado distancia de aquella hace una década.

Muchos bolivianos salimos de paseo o viaje un par de días a poblaciones intermedias, donde se elude emitir facturas con argumentos imaginativos, nos dan la posibilidad de recogerla al día siguiente, saben que la visita es corta y densa de actividades, generalmente no se la reclama, peor aun cuando los montos no son significativos. Las ciudades intermedias no tienen mayor atención en el tema impositivo ya que contar con una oficina del SIN en ellas demandaría una movilización de gastos operativos que no cubriría su recaudación. Al contrario, ciudades como Uyuni, Rurrenabaque o Copacabana muestran un flujo de recursos significativo y creciente.

Las autoridades nacionales, departamental y municipal manifiestan que quieren dar impulso al turismo de esta maravillosa región, premiada por la naturaleza con paisajes de excepción particular, por esta razón, es fundamental incubar un plan concreto que capte recursos que se pierden por impuestos no recaudados, mientras no se rompa este círculo vicioso de evasión impositiva será más difícil concretar para que este destino turístico esté a la altura de otros a nivel mundial.