Botica, depósito y museo

Tres tesoros emergen en Hospital de Clínicas

Por Celeste Valdez


El director del Hospital de Clínicas explica la historia a este medio de comunicación.
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Las historias que se susurran en los pasillos del Complejo Hospitalario de Miraflores ocultan los secretos más remotos que se encuentran en el lugar: la botica, el museo de historia y el depósito subterráneo son algunos de los misterios del centro que conoció EL DIARIO.

El actual director del Hospital de Clínicas, Jorge Juaniquina, en entrevista con EL DIARIO, dio a conocer los tres tesoros escondidos que guardan la historia de este centro hospitalario, el cual es el más importante en la ciudad de La Paz.

Entre los muros y remotos espacios que guarda este nosocomio se encuentran: la botica, las catacumbas y el museo. Cada uno de estos sitios es vigilado por los encargados y resguardado también por “supuestos fantasmas” que rondan el lugar y que le dan el toque de misterio y suspenso que tiene la antigua construcción del Hospital de Clínicas.

El Hospital General fue levantado desde 1913 hasta el 20 de julio de 1920 y el proyecto se debe a Emilio Villanueva, quien también creó obras como el Estadio Hernando Siles, Palacio Consistorial, entre otros. Se lo hizo sobre un antiguo cementerio. Los primeros años fue administrado por las monjas de la Comunidad de Santa Ana. Funcionó entre 1913 y 1993 bajo la administración de las religiosas.

LA BOTICA

La botica es un espacio donde se realizaba la elaboración de los medicamentos para curar las diferentes patologías de ese entonces. El espacio se encuentra a mano derecha del principal ingreso al hospital, muy cerca de lo que en la actualidad es la farmacia.

Una puerta de madera muy elevada da la bienvenida a este primer espacio al que pudo acceder este medio. Al ingresar al lugar, la humedad del aire y la peculiaridad de algunas esencias médicas se hacen sentir.

La primera impresión es la satisfacción de conocer la historia que guarda cautelosamente las paredes de este espacio, el brillo del sol que ingresa por los amplios ventanales refleja las esencias de los medicamentos que ahí se preparaban. En el lugar se respira historia viva de lo que hace más de 80 años fue la botica del hospital General, hoy de Clínicas.

Según la historia, la organización, cuidado y atención en ese entonces fue confiada principalmente a Sor Ana Anunciata Chiodelli, luego de que ella hubiera rendido un examen de suficiencia a satisfacción del médico Vicente López y del químico farmacéutico Domingo Lorini.

Más tarde llegarían otras monjas boticarias que le dieron un carácter sumamente profesional a la Farmacia del Hospital General de Miraflores, que hoy se constituye en un orgullo patrimonial, no sólo del hospital actual, sino de la propia ciudad de La Paz.

El actual director Juaniquina sostuvo que la botica del hospital fue creado a la par de la construcción del centro que tiene una data de aproximadamente 80 años, donde los alquimistas de esa época preparaban los medicamentos en base a diferentes recetas médicas.

El galeno explicó que las hermanas de Santa Ana fueron las primeras en habilitar la botica del centro hospitalario en recomendación a las hermanas Rosas Catorno, quienes fueron las primeras voluntarias, “es un lugar de expendio donde se entregaban los medicamentos”.

Juaniquina dijo que por todo lo que esconden los muros y ambientes el Hospital de Clínicas podría ser otro espacio cultural que forme parte de la “Noche de Museos” que impulsa el municipio paceño. Todo porque ahí se guardan tesoros históricos de invaluable valor.

DEPÓSITO

En el subterráneo del primer nivel del centro hospitalario, debajo de la botica, está el depósito, tiene un ingreso particular, escaleras de madera que rechinan a cada paso que uno da. El ruido es estremecedor y se emula a una escena de terror.

En el camino a las catacumbas se encuentran varias cajas que guardan documentos de archivo acumulados durante décadas, a cada paso surge la sensación de miedo por la intensa oscuridad y el frío que se apodera del ambiente. Sin embargo, el respeto a la historia que guarda este lugar premia la experiencia.

Al ingresar al subterráneo la puerta más ancha y de madera húmeda se abre y junto a ella la historia que se quedó en las esencias y la materia prima que se utilizaba para la elaboración de los medicamentos que eran distribuidos en la botica.

El director explicó: “Este es el lugar donde se elaboró los medicamentos para sanar las diferentes patologías, por la oscuridad y el frío que impera en este espacio el mantenimiento de la materia prima se conservaba de forma óptima”.

El lugar tiene varias repisas de muchas divisiones, sobre ellas descansan los envases de esencias, líquidos, recipientes, polvos, entre otros. Cada espacio tiene una identificación alfabética y un código numérico.

El suelo es ófrico y las paredes también, estas son auténticas piedras empinadas que sostiene toda la infraestructura del centro hospitalario. Por dos pequeños orificios entra la luz del día, más la luz artificial que parece haberse detenido en el tiempo porque su brillo es débil; el ambiente está cargado de un aroma a húmedo que penetra las fosas nasales. Pero la experiencia es única, hace que pasen desapercibidos los mitos y “fantasmas que existirían en el lugar.

“Rivardio, Acacia, Naranja Amargo, Archicoria son algunas esencias que se encuentran intactas en sus recipientes, cada uno de estos son extractos preparados de plantas naturales, probablemente se utilizaban para dar esencia a los medicamentos que se elaboraban”, dijo Juaniquina.

Para el director del nosocomio, recordar todo el trabajo y ver cuán importante fue el crecimiento de la medicina en este centro hospitalario es primordial, debido a que médicos, enfermeras y profesionales en salud participaron de la historia y dejaron las pautas para lo que hoy es el centro hospitalario más importante del país.

Pablo Quisbert, quien trabaja como encargado del espacio, sostuvo que esta es una experiencia diferente: “Trabajó 28 años y en sótano estoy dos (años) hay un poco de miedo por algunas sombras pero prendo mi música y todo vuelve a la normalidad, porque es el lugar más ófrico que tiene el hospital”.

MUSEO

Este espacio se encuentra en la parte superior de la infraestructura principal a mano izquierda ingresando por la dirección, el lugar muestra el rescate de los objetos más valiosos que tuvo el Hospital de Clínicas, junto a las donaciones o prestamos que hicieron familiares o descendientes de los médicos que trabajaron por primera vez en ese centro médico.

El 26 de octubre de 1997 se creó este lugar, con el apoyo del Colegio Médico Departamental de La Paz, la Sociedad Boliviana de Medicina y el mismo hospital apoyaron para que la creación de este centro sea una realidad.

En el espacio se encuentra lo mejor del legado médico, la historia de la medicina a nivel mundial, equipos científicos, los libros de registro, las primeras fotografías de los especialistas, sillón dental, entre muchos otras cosas de interés.

“El espacio tiene muestras muy antiguas, el conocer la historia es muy importante, el conglomerado de las antigüedades recuerdan la historia incluso antes de la Guerra del Chaco”, sostuvo el doctor Guido Arostegui.

Para concluir, el encargado del Museo, Donald Baldivieso, invitó a la población y a los estudiantes a visitar este espacio, para ello, se requiere la cédula de identidad, de 08.00 a 14.00, las puertas están a disposición y el ingreso es gratuito a todo el público.

 
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