Por Clovis Díaz de Oropeza F.
EL DIARIO, especial.- Meses antes de las elecciones generales del pasado 12 de octubre, movimientos sociales, campesinos, mineros dependientes de la Corporación Minera de Bolivia, mineros cooperativistas, fabriles, comerciantes y niveles de clase media estuvieron de acuerdo, sin que este sea absoluto, que el ganador de los comicios sería el candidato del Movimiento Al Socialismo, Evo Morales.
Las tendencias señalaban nítidamente que el líder del MAS y su acompañante Álvaro García Linera serían electos por una nueva gestión, factor interpretado correctamente por los grupos de referencia.
La Central Obrera Boliviana, Federación Nacional de Cooperativas Mineras, Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia, Consejo Nacional de Aylllus y Markas del Qllasuyo, Coordinadora Nacional para el Cambio, organizaciones cívicas, políticas y empresariales de la clase media, entre otros sectores de la sociedad boliviana, hicieron una alianza indirecta con Evo Morales.
Implícitamente, las organizaciones sindicales y de corte privado de distintas regiones de nuestro país tenían fe en que, a cambio de su voto, una vez electo Evo Morales, aquel pacto se haría realidad de manera que, el conglomerado que comentamos, ampliaría las bases sociales del Movimiento Al Socialismo, sin ser parte de la militancia de este partido y además indivisible del poder político nuevamente captado.
En realidad, las elecciones fortificaron esta alianza y predispusieron tanto al oficialismo como a los grupos aliados, a una defensa mutua y a una coparticipación multilateral, valga la expresión, en caso de situaciones de crisis o respecto al origen popular de los candidatos.
LA OPOSICIÓN
La semana posterior a las elecciones del domingo 12 de octubre, la oposición integrada por Unidad Democrática, Partido Demócrata Cristiano, Movimiento Sin Miedo y Partido Verde de Bolivia enfocó con insistencia el tema de “fraude”, cometido supuestamente por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
A medida que se daban resultados parciales desde el TSE, el panorama confirmaba un voto mayoritario para el MAS como habían predicho varias encuestas y un voto en descenso o estacionario para los partidos no oficialistas.
La oposición fue aumentado su presión contra el Tribunal y simultáneo a ese hecho, atacándose entre ella, bajo la acusación de que la derrota, se debía a que uno de los candidatos, Jorge Tuto Quiroga no había renunciado a su pretensión, perjudicando a Samuel Doria Medina.
Fue tal la campaña que desarrolló la oposición, incluso de tipo internacional, que la sindicación del supuesto “fraude” amenazaba la propia legalidad de los comicios generales. Ante aquella real amenaza, los aliados electorales de Evo Morales y su partido el MAS se retiraron a parlamentar sobre tan grave asunto.
ULTIMÁTUM
Días después, la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam) lanzó su ultimátum a los partidos políticos de oposición y al Tribunal Supremo Electoral prometiendo “defender la victoria del presidente Evo Morales en las últimas elecciones con esa claridad y nitidez que ha ganado, con más del 60 por ciento en las urnas en las últimas elecciones nacionales y no vamos a aceptar que ninguno de los partidos políticos de derecha quieran lastimar la democracia en el país”.
“La COB, Conalcam y el Pacto de Unidad, todos los ejecutivos, planteamos de inmediato que se intervenga, a través de una auditoría técnica, al Tribunal Supremo Electoral para garantizar la transparencia y hacer respetar el voto del pueblo y defender esta democracia”, afirmó el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo luego de una reunión en Palacio de Gobierno, con el primer mandatario Evo Morales.
Aquella advertencia entrañaba en el fondo, la posibilidad de un enfrentamiento de proporciones a nivel nacional, cuyas consecuencias habrían sido funestas para nuestro país y sobre todo, para la clase política que abanderó la existencia de un supuesto fraude electoral.
El Pacto de Unidad fue creado en 2004 en Santa Cruz y la matriz Conalcam aglutina entre otros grupos sociales y sindicales a la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia - Bartolina Sisa, Confederación Sindical de Comunidades Interculturales originarios de Bolivia, mientras que la Central Obrera Boliviana (COB) ingresó recientemente a la Coordinadora.
El secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo, participó en varios eventos ligados a la Coordinadora. Por ejemplo, asistió a la Cumbre Antiimperialista, en el mes de agosto y actualmente hizo de portavoz de la amenaza de Conalcam.
La Conalcam, después de un posible análisis, habría considerado que la oposición enfilaba aparentemente su discurso contra el Tribunal Supremo Electoral, cuando en realidad, buscaría ilegalizar los comicios del 12 de octubre.
Esa presunción articuló y alertó a todas las organizaciones y movimiento sociales aliados al Movimiento Al Socialismo. La amenaza difundida el sábado 18 de octubre fue un llamamiento a defender más allá de las urnas y en un terreno quizá, cercano a la extrema confrontación, el tercer mandato de Evo Morales Ayma.
PACHAMAMA DA
En nuestra cultura andina, la Madre Tierra, Pachamama, es la que da la vida al ser humano, a las especies animales, vegetales y, en fin, a todo lo que existe en nuestro Planeta, sea orgánico o inorgánico.
Pachamama, la diosa kolla-aymara, tiene la virtud de “dar” y por supuesto, también de recibir. Dualidad que abarca todos los actos de las poblaciones andinas.
Pues bien, en el contexto que analizamos, Evo ha recibido el voto de los movimientos sociales indígenas, originarios y de todos sus aliados que contribuyeron a la victoria del MAS. Es decir, el candidato reelecto ha recibido el poder de la “Pachamama”, por intermedio de sus hijos, la sociedad boliviana que votó favorablemente por Morales Ayma.
Esto explica en el mundo andino por qué la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam), la Central Obrera Boliviana (COB), Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos, Confederación de Cooperativas Mineras (Fencomin), movimientos sociales del campo, de la ciudad y grupos de la Empresa Privada de Bolivia, entre otros adherentes, apoyaron a Evo Morales.
Ahora, la Pachamama reclama su parte: estos grupos reclaman ser incluidos en el poder político que permitirá a Evo Morales-Álvaro García Linera gobernar tal vez, más allá de los cinco años de mandato constitucional.
PACHAMAMA PIDE
Es posible, que si desarrollamos esta percepción, planteando que la Pachamama da y pide, los movimientos sociales han cumplido su compromiso: dieron su voto a Morales Ayma y esperan una retribución.
Las reuniones de Evo Morales con la dirigencia de Conalcam, Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia - Bartolina Sisa, Confederación Sindical de Comunidades Interculturales originarios de Bolivia, Central Obrera Boliviana, Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia han ocurrido entre el Palacio de Gobierno y el Chapare, sede de fuerte influencia de las Federaciones de Productores de Coca del Subtrópico de Cochabamba.
En los hechos se ha remozado el Pacto de Unidad, mientras que están muy fortalecidos la Central Obrera Boliviana y el brazo activo que garantiza el mandato de Evo Morales, la Coordinadora Nacional para el Cambio, frente a cualquier intento de la oposición por entorpecer los resultados oficiales del Tribunal Electoral y, por supuesto, en defensa de su líder Evo Morales Ayma.
CANDIDATOS DE PACHAMAMA
Bajo esta sui géneris lógica, que escapa a la percepción de líderes políticos no oficialistas y de elocuentes analistas, auguramos que el Movimiento Al Socialismo no llevaría posiblemente, candidato “prestado” a las elecciones departamentales y municipales en el primer trimestre del año 2015.
Esa sería la imposición del pedido de la gente que apoyó a Morales. En vano, candidaturas que no corresponden a este pensamiento, a esta cosmovisión, se ufanan por captar la atención del MAS. (clovisdiazf@gmail.com).
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