Este domingo, más de 140 millones de brasileños decidirán si conceden otro mandato a la presidenta Dilma Rousseff o si vuelve al poder el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) con Aécio Neves.
A dos días del balotaje, se realizó el último debate entre los candidatos. Neves trató de llevar el debate sobre las recientes denuncias de corrupción en el gobierno de Dilma. Rousseff, por su parte, salió a prometer que investigarán todos los hechos y prometió un proyecto más abarcador para sus próximos cuatro años.
Las principales encuestas dan una ventaja leve a favor de Dilma de entre 6 y 9 puntos. Sin embargo, la encuestadora MDA da un empate técnico.
La disyuntiva que millones de brasileños llevarán consigo a las urnas hoy al decidir si reeligen a la presidenta izquierdista Dilma Rousseff o apuestan a su rival conservador es clara: ¿Se puede reactivar la economía sin dejar de reducir la desigualdad social?
El Partido de los Trabajadores de Rousseff encabezó un período de crecimiento económico de una década que sacó de la pobreza a millones de brasileños. Pero la economía se desaceleró en los últimos años y el electorado debe pronunciarse ahora acerca de quién es la persona más indicada para reactivarla, si la presidenta, una ex guerrillera que mantuvo los programas sociales iniciados por su predecesor y correligionario Luiz Inacio Lula da Silva, o el senador Aecio Neves, miembro de una dinastía política y quien sorprendió al terminar segundo en la primera ronda de los comicios.