Jorge Arteaga Zambrana
“Sería magistral sembrar árboles maderables con dinero del gas”.
La forestación es la conversión de un área que no ha estado poblada con plantas forestales por un periodo, al menos de 50 años, a través de la plantación o semillado inducido por el hombre. La re-forestación es una operación destinada a repoblar zonas que en el pasado estaban cubiertas de bosques y fueron deforestadas, generalmente por el hombre. En nuestro país se viene deforestando o destruyendo a los bosques con un ritmo anual de unas 100 mil hectáreas por año; y eso que este Gobierno ha logrado reducir este ritmo a casi la mitad en los últimos 5 años. Sin embargo, el daño está hecho y aún continúa creciendo con ritmos alarmantes.
Bolivia está clasificada por las Naciones Unidas como el noveno país a nivel mundial por su cobertura forestal. Debido a que el 48% de todo el país se encuentra cubierto por 53 millones de hectáreas de bosques, principalmente amazónicos. De este total, 20 millones de hectáreas se encuentran bajo el régimen de explotación forestal permanente y, supuestamente, 5,5 millones son de producción ecológica y sostenible; sin embargo, ni siguiera en estos lugares se respeta a ningún árbol mayor de 20 años. Lo que significa que en unos años, todas estas hermosas selvas no tendrán, prácticamente, ningún árbol de 100 años de edad, ¡ni hablar de los de 500, 1.000 ó 3.000 que son los más apetecidos! Por lo tanto, es urgente proteger a nuestros bosques mejorando los controles y el sistema judicial.
La solución pasa por volver a sembrar árboles, especialmente donde existían antes, debido a que esas tierras tienen la “vocación forestal” ideal, pues ya había, en su mayoría, hermosos bosques en el pasado reciente y, luego, protegerlos para dejar que la naturaleza restablezca su equilibrio.
Por otra parte, “toda crisis es también una oportunidad”. Una opción es utilizar parte de estas tierras deforestadas y devastadas, en muchísimos casos, y sembrarlas con árboles maderables de alto valor comercial. Puesto que está claro que el ser humano no puede ni debe seguir obteniendo la madera de los bosques naturales, esto es realmente un crimen. Lo que se debe hacer es realizar extensas plantaciones ecológicas de las principales especies comerciales maderables, para luego convertirlas en muebles para el consumo interno y exportar al mundo esta madera de increíble calidad y belleza, con el valor agregado de nuestras industrias y talento. Por supuesto, también se debe sembrar árboles maderables hasta en lugares semi-áridos y áridos utilizando sistemas de riego. Pues las comunidades, instituciones o empresas que lo hagan, ciertamente obtendrán importantes recursos económicos.
Bolivia “fácilmente” podría sembrar 1 millón de hectáreas en los próximos 5 años. Y así establecer una fuente de ingresos para el país de más de 3 mil millones de dólares anuales. ¿Suena exagerado? Pues la realidad es que prácticamente todos los países limítrofes con Bolivia ya lo están haciendo. Incluso Chile tiene más de 2 millones de hectáreas de árboles sembrados, Brasil tiene más de 5 millones… Es por esto que: “sería magistral sembrar árboles maderables con parte del dinero del gas”, pues sería convertir parte de una fuente de recursos no renovables en una fuente que podría durar cientos de años si es correctamente manejada.
El autor es Licenciado en Administración de Organizaciones y Gerente General de la Editorial Riquezas SRL.
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