…durante el siglo XVIII, en Suecia

Bajo el reinado de Gustavo III de Suecia se suscitó entre sus súbditos una apasionada controversia sobre los efectos perniciosos que podía causar el té o café, recién introducidos en Escandinavia. Gustavo III usó un método rigurosamente científico para determinar cuál de los dos era el más inofensivo.

Una circunstancia bastante rara favoreció el empleo de este método. Por ese entonces, dos hermanos gemelos habían sido condenados a muerte. El rey les conmutó la terrible pena por la de reclusión perpetua, con la condición de que, cada día, uno de ellos debería tomar un pocillo de café, y el otro té.

Los hermanos vivieron largos años sin ninguna novedad, hasta que, por fin, a los ochenta y tres años murió uno de ellos: el tomador de café. Hoy, Suecia es uno de los países que van a la cabeza del mundo en el consumo del. . . té.