Los Boxtrolls

Esta película presenta a una nueva familia, hasta ahora desconocida, los Boxtrolls, unos seres estrafalarios, fantásticos y traviesos que han criado a un niño humano, Huevo (al que presta su voz Emilio Treviño), desde que era un bebé, en el asombroso hogar subterráneo que han construido bajo las adoquinadas calles de Quesberg. Viven en armonía lejos de “la sociedad de arriba”, la elegante ciudad posvictoriana en la que sus habitantes viven obsesionados por el dinero, la clase y unos deliciosos -aunque apestosos- quesos. Lord Camem-Bert (Edgar Vivar), el alcalde supremo, gobierna el gallinero con mano de hierro a través de sus engreídos acólitos, los Sombreros Blancos. Como todos, se cree a pies juntillas las terroríficas historias acerca de los Boxtrolls que se ha encargado de inventar el malvado Archibald Birlante (Juan Manuel Bernal) durante más de una década. Decidido a convertirse en un Sombrero Blanco, Birlante ha secuestrado al genial inventor y amigo de los Boxtrolls, Heriberto Trubon (Oscar Flores), y se ha puesto a la cabeza de una banda llamada los Sombreros Rojos para capturar a todos los Boxtrolls. Entre los miembros de la banda se encuentra el despiadado Sr. Mollejas (Odiseo Bichir), el patoso Sr. Fideo (José Antonio Macías) y el impasible Sr. Trucho (Enrique Cervantes).

Gran parte de la basura que tiran “los de arriba” se convierte en un auténtico tesoro para los Boxtrolls, que llevan cajas de cartón como las tortugas llevan el caparazón. La alegre y bondadosa comunidad de “manitas” también se dedica a buscar aparatos mecánicos en la basura para luego transformarlos en mágicas invenciones. Pero el riesgo aumenta para la familia de los Boxtrolls, ya que el terrible plan de Archibald para acabar con ellos y el miedo que se ha infundido a los ciudadanos pondrán en peligro su tranquila vida. A Huevo no le quedará más remedio que subir a la superficie, “a la luz”, donde conocerá a una niña de 11 años, la increíble y valiente Winnie (Melisa Gedeón), hija de lord Camem-Bert. Juntos encontrarán la solución para salvar a los Boxtrolls del impresentable Archibald, y se embarcarán en una alocada y generosa aventura demostrando que hay muchos tipos de héroes, y que algunos incluso son rectangulares.