Masiva asistencia a cementerios

En el Día de los Difuntos, miles de personas llegaron hasta los diferentes camposantos de la ciudad de La Paz, para visitar y recordar a sus familiares. En un recorrido que EL DIARIO realizó por el sector encontró cientos de vendedores de comida, juguetes, flores, y por supuesto los infaltables grupos musicales que le pusieron el toque tradicional a esta fecha especial.

Con oraciones, cánticos, mesas tradicionales con los gustos de los difuntos, entre otros, fueron despachadas las almas de las más de 35,000 familias que llegaron hasta el Cementerio General, ubicado en la zona Callampaya de la ciudad de La Paz.

El administrador del camposanto, Alexis Tavera, mencionó en horas de la tarde que existió mayor concentración de personas ya que se acostumbra despachar a los muertos hasta el mediodía del día 2 de noviembre levantando las mesas armadas en sus casas.

Tavera aclaró que para la fecha, se dispusieron cuatro puestos de información para los ciudadanos que no se acordaban el lugar donde fueron enterrados sus familiares o simplemente para aquellas personas que querían visitar el nicho de algún amigo. “Se puede acceder a la información solamente dictando el nombre de la persona fallecida” dijo.

El control de ingreso de bebidas alcohólicas fue muy estricto, aunque hubo momentos en los que las personas eran demasiadas y fue casi imposible verificar. “Revisamos mochilas, chamarras y los lugares posibles donde se podía camuflar latas de cerveza, botellas de ron y preparaciones de líquidos. Asimismo, a través de un megáfono, guardias de seguridad recorrían el camposanto recordando que estaba prohibido el ingreso y consumo de alcohol”, acotó Tavera.

Manifestó que la organización contó con el apoyo de 300 efectivos policiales, la Guardia Municipal junto a la Intendencia, para la seguridad en las puertas de ingreso y salidas, donde se pudo observar un comportamiento aceptable de los paceños.

Por otro lado, EL DIARIO evidenció que algunos mausoleos privados estuvieron descuidados, muchos de ellos se encontraban con flores secas, sin el mantenimiento en la fachada, dejando una imagen deprimente para los visitantes.

Distintos grupos de música deleitaban con cantos para homenajear a los muertos. “Tocamos a pedido de las personas desde ritmos folklóricos, boleros, tangos, entre otros, porque los dolientes dicen que eso es lo que les gustaba a su muertitos”, explicó un músico con el que conversó EL DIARIO.

Por otro lado, esta casa periodística fue testigo de cómo personal encargado de la limpieza recorría todas las calles del camposanto, recogiendo flores de los basureros y otros deshechos que eran depositados por los dolientes.

Como todos los años, la tumba de don Carlos Palenque fue el más visitado, centenares de personas rezaban agradeciendo lo que dejó en vida y pidiendo el descanso eterno para su alma.

Pese a la historia y el legado que dejaron los combatientes de la Guerra del Chaco, sus mausoleos no fueron muy visitados, tal vez por la falta de guías de turismo que debieran estar en el lugar para atender a los cientos de turistas que se dieron cita en el lugar para conocer algo de la historia de camposanto y por ende los detalles de esta fiesta particular en la que los difuntos, según la creencia, nos visitan.