Fatal accidente en Apumalla

Aproximadamente a las 10.00 horas de ayer, dos obreros quedaron sepultados con tierra mientras realizaban el cambio de tubería de alcantarillado sanitario en una vivienda ubicada en la calle Juana Gorriti, próxima a la avenida Apumalla. Lastimosamente el terreno abría cedido y dejó como saldo la muerte de Germán Apaza de 57 años de edad. El otro obrero que sufrió también el accidente fue trasladado al Hospital de Clínicas.

Los vecinos que socorrieron al albañil sepultado indicaron que la maquinaria utilizada para los trabajos del embovedado del río Apumalla ocasionó grandes daños a las viviendas colindantes, motivo por el cual habría cedido el terreno.

El señor Félix Mario Liendo Cárdenas, propietario de la vivienda, a tiempo de lamentar lo ocurrido dijo que en el sector tienen una notificación de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) para solucionar problemas de filtración, motivo por el cual se habría contratado a los obreros. “Estoy renovando la red y nos ha sorprendido este desprendimiento porque este es un terreno sólido”, señaló.

El subcomandante del 110 Tito Lucero Méndez, señaló: “Estaba realizando los trabajos de cañería nueva pero al hacer el trabajo y por la inestabilidad del suelo se produjo el deslizamiento de la tierra donde de cuatro trabajadores, dos fueron sepultados por la tierra, una persona fue evacuada con vida y otra falleció porque el promontorio de tierra cubrió todo el cuerpo”, dijo.

TESTIMONIOS

“Un señor gritó: ‘se lo ha tragado la tierra’ y nosotros que estábamos trabajando abajo, dejamos nuestro trabajo y vinimos a ayudarlos”, relató Reynaldo obrero que está apoyando en el embovedado del río Apumalla.

“Cuando he llegado todos estaban sacando la tierra y han pedido camas para sacarlo, han visto su mano y lo han sacado escarbando la tierra con sus manos, le han dado respiración, su cara ya estaba afuera, nos han desalojado de ahí y han puesto tablones para que el señor esté más estable. Era desesperante porque nada se podía hacer porque una de las puertas no se podía abrir. Gracias a Dios no ha pasado nada más porque a consecuencia de las maquinarias toda la tierra se ha movido”, contó otra vecina.

“Estamos preocupados, es tanta la vibración de las maquinarias que hacen mover los vidrios, tenemos vidrios rajados dentro de las casas, han ocasionado rajaduras en todo el pavimento, además los de tránsito tampoco han hecho nada y los coches siguen pasando de noche, levantan todos los avisos que ponemos y los fines de semana es peor porque es una playa de parqueo, por eso pedimos ayuda para que nos garanticen la reconstrucción del muro de contención. Son más de 40 años que vivimos en el barrio y sigue cediendo y vamos a tener muchos accidentes más. Hay un árbol que sus ramas han crecido tanto que están reventado los cables, necesitamos que el Alcalde venga a ver la zona”, reclamó Esperanza Silvestre.

“Esto es a consecuencia de la maquinaria pesada que hace vibrar todas las casas de aquí, estamos rezando, hay muchas casas rajadas, trabajan todo el día, en la noche también a consecuencia de que les están apurando porque se acerca la feria de la Navidad, el trabajo que hacen día y noche ponen las casa en peligro”, manifestó Wilma García.

“La empresa tendrá que tomar parte en la indemnización a los obreros porque de lo contrario él no va a poder cubrir porque es de la tercera edad y no trabaja, como vecinos vamos a tener que apoyarlos, pero el municipio también deben tomar responsabilidades del sector”, enfatizó Gloria Elizabeth Soria.

MUNICIPIO

Por su parte, una nota de prensa del municipio señala que el problema se debió a una excavación mal ejecutada y que nada tiene que ver, ni se relaciona con las obras que se ejecutan en la construcción del embovedado del río Apumalla.

Asimismo, señala que los albañiles no cumplieron con las previsiones necesarias ni las medidas básicas de seguridad, ya que no usaban cascos, ni botas y excavaron casi cuatro metros de profundidad, lo que ocasionó que se desmorone el farallón que no estaba bien apuntalado.