Denuncian desigualdad extrema

Un informe de la organización global para el desarrollo Oxfam establece que sólo 85 personas acumulan la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad.

De acuerdo con el documento, esta desigualdad económica extrema se convierte en un obstáculo para acabar con la pobreza en el mundo, mientras que gobiernos generan el secuestro de la democracia.

La desigualdad extrema, además, perjudica a todas las personas porque deteriora el crecimiento económico, alimenta la inseguridad y hace trizas las esperanzas y aspiraciones de millones de personas atrapadas en la pobreza y sin posibilidades de salir de ella, señala el informe.

Por otra parte, el documento afirma que Latinoamérica y el Caribe siguen siendo las regiones más desiguales del mundo. Mientras los más ricos captan en promedio casi el 50% de los ingresos totales de la región, los más pobres reciben sólo el 5%. Esta “brutal” desigualdad es el resultado de decisiones políticas y económicas deliberadas. La concentración de la riqueza implica grandes cuotas de poder e influencia.

ESTUDIO DE CASO

Bolivia y sus avances en política social, es un ejemplo de caso en el Informe. Recuerda a un país donde la pobreza y la desigualdad estaban unidas a la discriminación contra una población indígena mayoritaria pero excluida de la toma de decisiones políticas.

El gobierno de Bolivia ha utilizado en la última década los beneficios de los recursos naturales para aumentar la inversión en infraestructuras, programas sociales e incrementar el gasto público destinado a sanidad y educación. Sin embargo, el informe alerta sobre la insostenibilidad de un modelo basado sobre todo en las industrias extractivas.

Para el analista y exministro de Desarrollo Económico, Horst Greber, las causas para la pobreza extrema se enmarcan en la aplicación del fundamentalismo de mercado, “y al no existir un gobierno mundial como existe un gobierno nacional, para regular los conflictos y hacer compensaciones, bajo el impulso del neoliberalismo, sale la desigualdad creciente que no se corregirá mientras no haya instancias a nivel mundial que regulen de manera eficaz”.

A su turno, el experto Pedro Portugal sostuvo que el informe de Oxfam no incluye en el análisis de las desigualdades económicas a los indígenas, aspecto que posiblemente ocurre ante los últimos procesos políticos que se dieron en Latinoamérica como Ecuador Perú y Bolivia, donde se identifica el ascenso de grupos sociales indígenas. “A mi modo de ver al aspecto cultural, étnico y económico que se deja de tomar en cuenta, porque se debe definir claramente que las expectativas indígenas no han resuelto sus factores de pobreza. Por lo tanto, existe una doble desigualdad, porque se piensa que como es indígena no es parte de la pos modernidad, sino es algo diferente a este, por lo tanto se evita a que este grupo salga de su postración, porque debe respetar la naturaleza y cuan más raro se lo ves se cree que es más indígena, visión totalmente equivocada”, indicó.

Kofi Annan, exsecretario general de Naciones Unidas y Premio Nobel de la Paz, asegura que el informe de Oxfam es un llamamiento a la acción en favor del bien común y que se debe responder a él, porque “la creciente desigualdad entre ricos y pobres se encuentra en un punto de inflexión: o se consolida aún más, poniendo en riesgo nuestros esfuerzos de reducción de la pobreza, o bien llevamos a cabo cambios concretos que nos permitan revertirla”.

Finalmente, el informe afirma que esta situación no tiene por qué mantenerse así ya que se pueden cambiar las reglas que rigen este sistema. Por ejemplo, es posible cambiar el modelo fiscal para garantizar que las personas ricas contribuyan de forma justa. Se puede exigir una mayor inversión en los sistemas públicos de salud y educación, para dotar a las personas más pobres con la oportunidad de luchar por una vida mejor. Se puede demandar salarios dignos. Y se debe asegurar que las personas más pobres puedan alzar su voz y que quienes ostentan el poder, escuchen. Si se toman en cuenta éstas y otras recomendaciones, ya en 2019 se podrían apreciar significativos cambios a nivel mundial.