Multipartidismo dispersará voto

Un portavoz del Tribunal Supremo Electoral informó la posible habilitación de 230 organizaciones políticas, para las elecciones departamentales y municipales del próximo 29 de marzo 2015.

Fenómeno elocuente que sucede y que está en pleno desarrollo, después que la votación en favor del oficialismo redujera el patrimonio político de la oposición a tres tiendas: Partido Demócrata Cristiano, Unidad Nacional y Movimiento Demócrata Social. Los dos últimos, aún conviven aliados en Unidad Demócrata.

Pareciera que, ante la catástrofe electoral del 12 de octubre pasado, la vertiente política nacional, en búsqueda de su propia sobrevivencia, alienta casi a ciegas, la fundación de un número tan exagerado de nuevas agrupaciones ciudadanas que, en los hechos, constituye peligroso desafío a los tres partidos sobrevivientes.

Las 230 agrupaciones, en realidad, restarían el voto a la misma oposición y muchas de ellas, tal vez, si es que cambia la orientación del voto en el Movimiento Al Socialismo podrían constituir alianzas regionales con el partido de gobierno.

La realidad de la debacle política boliviana establecería un desfavorable desenlace porque, tan abultado número de nuevas tiendas políticas, además de dispersar el voto, quizá influya en una mayor debilidad de las corrientes que competirán contra las candidaturas del MAS.

Si tenemos en cuenta, que algo más de 200 agrupaciones serían legalizadas por el Tribunal Supremo Electoral, debemos sopesar que ese número es potencialmente “contrario” al mismo número o en su caso, que esos grupos por su propio lanzamiento al ruedo electoral, precisan adquirir cierta experiencia, difundir sus programas, analizar posibles alianzas y contra-alianzas. Factores que en tres meses de enero a marzo 2015, casi son impracticables.

Es decir, que el abultado grupo político, además, deberá enfrentar a las candidaturas del MAS.

El dolor de cabeza, sin duda alguna, será para los tres partidos que consiguieron alguna representación parlamentaria pues, tanto el PDC como UN-MDS, no sólo tendrán que luchar por mantener el actual espacio territorial que posiblemente tienen, sino que también, deberán enfilar sus campañas contra los candidatos oficiales.

Estos aspirantes del oficialismo parten a la competencia electoral, basados en la victoria del domingo 12 de octubre y con un objetivo común: mantener y fortalecer la hegemonía del MAS y por otra razón, están seguros de su victoria y de acceder a gobernaciones, como las del Beni-Santa Cruz y casi imperar en la totalidad de las municipalidades.

En la práctica, el multipartidismo es símbolo de dispersión que dañará el voto de la oposición y posiblemente convalide, aún sin pretenderlo, las posibilidades de éxito del MAS. (Clovis Díaz de O.F.)(clovisdiazf@gmail.com).