En Bolivia son incontables los kilómetros de caminos prehispánicos y zonas arqueológicas que no son valorados por la falta de políticas integrales para el aprovechamiento del patrimonio que fácilmente podría impulsar la recuperación por parte de varias comunidades de su historia para mostrarla al mundo, también a través del turismo.
Para la arqueóloga italiana Patrizia Di Cosimo, quien por más de 10 años va trabajando en las rutas incaicas de Sud Yungas, “es necesario generar políticas de Estado que no solo apunten a la intervención arqueológica, sino a un rescate integral del territorio con la implementación de carreteras, concientización sobre el valor del patrimonio, mejora de servicios básicos y dinamización de la economía de las comunidades, también a través del turismo”.
“Lastimosamente, a pesar de tener rutas prehispánicas declaradas patrimonio departamental o nacional, no se cuenta con planes de manejo y puestas en valor. La acción principal debe ser a través del trabajo conjunto entre instituciones estatales y las comunidades que viven a lo largo de los caminos, donde los pobladores aún utilizan estas rutas porque a menudo son la única vía de acceso a su comunidad”, manifestó Di Cosimo.
Para la investigadora, lo que se requiere es un trabajo de sensibilización, capacitación, educación e implementación de programas eficaces que puedan ser manejados por los mismos pobladores que tienen gran interés por cuidar, mantener y difundir su riqueza patrimonial, porque esto puede incluso mejorar la actividad turística transformándose en ingresos económicos más importantes de los que generan actualmente.
“Muchas comunidades tienen gran interés por trabajar con su patrimonio, por conocerlo, recuperar parte de su historia y mostrarlo al mundo, pero mientras más dejemos pasar el tiempo más estructuras se pierden”, sostuvo Di Cosimo.
RUTAS
“Desde el 2001 vengo investigando los caminos prehispánicos en la zona de Sud Yungas, empezando con el Camino del Takesi, ampliando luego la investigación a los adyacentes para ver su funcionalidad e interacción con la zona, tras lo cual estudié cuatro caminos principales, como Yunga Cruz que es Patrimonio Departamental; Camino de Khasiri, que va hacia Irupana; el Camino del valle de Chunga Mayu y el Camino de Taca o Pasto Grande, que rodea el Illimani por el sur siguiendo el curso del río de La Paz”, detalló la arqueóloga.
Según datos de los más de 10 años de investigación, estas rutas importantes para el departamento paceño aún muestran buena parte de su construcción formal que remonta al período incaico, donde se cuenta con plataformas monumentales, graderíos, sistemas de drenaje, que en muchos puntos todavía siguen funcionando, pero que también en otros han desaparecido por acción de la naturaleza o la intervención del hombre. Igualmente se asocian a los caminos sitios de mayor antigüedad, como las pukaras, o fortalezas, y los tambos.
“Tenemos caminos principales y muchos otros que son secundarios o de conexión entre los principales, sin embargo por la geografía, el paso del tiempo y la actividad del hombre se han ido borrando y perdiendo en buena parte, pero sabemos que existen por los registros de otros investigadores o documentos de la época colonial”, señaló la investigadora.
AMENAZAS
Lastimosamente la falta de inversión pública en programas patrimoniales hace que no se tomen previsiones a largo plazo, sobre las amenazas que afectan el estado de conservación de los caminos prehispánicos, entre las cuales la deforestación que va inestabilizando el terreno, generando derrumbes y deterioros tanto en las vías como en el entorno natural.
“Claramente tendría que implementarse acciones desde el Gobierno y las autoridades locales que deberían planificar intervenciones a largo plazo en procesos de recuperación, reconstrucción y conservación de todos los tramos, que se van deteriorando por los derrumbes, por la inestabilidad del terreno o por procesos de contaminación fruto de la actividad minera”, señaló Di Cosimo.
QHAPAQ ÑAN
En mayo de esta gestión, 86 kilómetros de caminos prehispánicos del altiplano boliviano fueron declarados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad como parte del Qhapaq Ñan, poniendo en evidencia poblaciones olvidadas, como Callamarca (a 45 minutos de Tiwanaku). Hasta la fecha esta comunidad guarda sus costumbres religiosas, alimenticias y hasta en vestimenta, esperando que con este nombramiento puedan contar con apoyo para generar turismo en su región.
“Es muy importante para Bolivia que se haya logrado que este tramo del Qhapaq Ñan, que pasa por el occidente boliviano, haya sido reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Por el momento se tiene alrededor de 90 Kilómetros de los 700 declarados y esperemos que a partir de esta acción conjunta de seis países andinos se logre incluir otros caminos como los de Yungas”, expresó.
Di Cosimo señaló asimsimo que, por los estudios realizados por muchos investigadores se conoce que no solo los Yungas y el altiplano cuentan con estas rutas, sino que el Qhapaq Ñan atraviesa toda Bolivia con rutas principales y caminos secundarios de tipo ceremonial y comercial.
LEY DE PARTRIMONIO
El 27 de mayo de la presente gestión se promulgó la primera Ley de Patrimonio Cultural Boliviano, sin embargo, si bien esta es única en el país y representa gran beneficio, la misma no fue socializada entre los interesados y hasta la fecha no cuenta con una reglamentación que permita que sea aplicada.
“Existen elementos que deben ser aprovechados, tenemos una Ley de Patrimonio que aún no está reglamentada y no puede ser aplicada, a lo que se puede sumar las leyes de descentralización y de autonomías que pueden coadyuvar bastante a un buen trabajo para el manejo del patrimonio”, expresó Di Cosimo.
(Por: Leny Chuquimia / Fotos de sitios arqueológicos: Patrizia Di Cosimo)
Portada de HOY |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 8.50 Bs. |
1 UFV: | 2.00511 Bs. |