El talento áureo

México (agencias/Informador).- “México” es la palabra que le está dando vueltas y vueltas a la mente de Max Wagner, director general de la Orquesta Gärtnerplatztheater, que el pasado jueves se presentaron en el Diana. “Es un país especial para nosotros, y se está volviendo más especial a cada momento. La orquesta nunca había viajado a suelo americano, y lo hace ahora. Y la primer nación que vamos a visitar —y esperamos conocer bien—, es México”.

Con un español casi perfecto, Wagner toma el teléfono en Múnich. Charla sobre el concierto que la compañía teutona ofrecerá en la Perla Tapatía, con el Diana como magno escenario. “Mentiría si dijera que no estamos ansiosos por comenzar ya”. Pero hay otros temas en su mente.

La razón oficial por la que cruzan el Atlántico es para celebrar los 10 años de Cultura UdeG. Pero también los mueve la aventura. El amor por conocer otros públicos y reacciones a las que ya están habituados. “Esta visita rompe con lo común para nosotros —agrega Wagner—, porque la orquesta hace la música para espectáculos y conciertos. Nos gustan las operetas y las operas por igual, además de hacernos acompañar por ballet. Sabemos tocar lo mismo jazz que música que se sale de lo ‘clásico’, aunque para este concierto, la promesa es hacer algo muy al gusto de la gente de Guadalajara, muy alemán”.

EL MAR DE PLATA

Max es de esos que piensan que la música clásica y la solemnidad no siempre deben ir de la mano. De hecho, hay que ser un tanto osado en esta época para tocar música de cámara.

En México, involucrar al público joven en la ópera ha resultado una tarea titánica y con resultados poco claros. Se le cuestiona a Wagner si en Alemania —nación con larga tradición por la música de cámara— sucede lo mismo.

“En Alemania enfrentamos el mismo fenómeno que pasa en México”, lamenta Wagner, quien profundiza su idea con un ejemplo: “Cuando la orquesta se presenta en Múnich y miran a las gradas, hablan que van a tocar ante un ‘lago y plata’. Porque cuando se mira al público, la mayor parte de las cabezas son grises, ‘plateadas’. No es algo que vivamos hoy, porque ya hace 10 ó 20 años empieza a notarse que la gente joven simplemente no va”.

Max explica que ante este fenómeno, se han implementado varios mecanismos para hacer “cool” a la música clásica. “La respuesta es parte de un todo, porque participan los teatros y las orquestas. Les mostramos a los niños desde que son muy pequeños que la música clásica es algo que puede emocionar. Lo hacemos en ese momento porque más grande piensan que no es ‘cool’. Para los adolescentes, tenemos un programa diseñado para involucrarlos. No los llevamos nada más a los conciertos. Les mostramos desde cómo se hace desde la música hasta cómo se confeccionan los trajes para las obras. Al conocer lo que hay detrás, muchas veces puedes cambiar las percepciones”.

¿La meta detrás de todo lo anterior? Max no lo piensa dos veces antes de responder. “Cambiar el mar de plata por mar de oro (en referencia al rubio y castaño que luce la mayor parte de los alemanes). Que haya más colores en las gradas de todos los teatros donde nos presentemos. Ese es el sueño”.

Con la fama de ser una de las mejores orquestas de Alemania (y por ende, una de las más prestigiadas de Europa), Max sabe que los 35 músicos que llegan a Guadalajara van a ser, en muchos sentidos, “un poco como embajadores de la cultura alemana. Vamos a tocar la ‘Sinfonía número 5’ de Franz Shubert y la ‘Serenata número 9’ de Mozart, entre otras cosas”. La Gärtnerplatztheater está compuesta por 77 integrantes, y los que no vienen a la ciudad se presentarán ese mismo día en Múnich, Alemania. Pero aquí y allá, en la mente de todos sus integrantes, la palabra que tienen en la mente va a ser la misma: México.

EL HOMBRE PERFECTO

La Orquesta Gärtnerplatztheater ofrece siempre un espectáculo que se disfruta escuchar y ver. Pero ¿qué pasa con aquellos jóvenes que quieren formar parte de sus filas? “En Alemania hay diferentes niveles de orquestas. Hay A, B, C o D. Y somos una orquesta A, eso se refleja en cuanto pagamos, claro, y en que siempre buscamos a los mejores”, apunta Max Wagner.

¿Y qué es lo que buscan en un aspirante? El director reconoce que “primero queremos calidad, es importante, pero también tomamos mucho en cuenta la personalidad”.

“En la orquesta hemos aprendido que no solamente deben mirar a la calidad, sino la personalidad, porque nos interesa que hagan un grupo muy sólido todos. Somos parte de un gran equipo, y en cada orquesta hay una atmósfera a la que uno de debe de integrar”.