“Ganar elecciones es fácil, lo difícil es hacer gestión”

El Presidente de la República declaró hace pocos días: “Ganar las elecciones es fácil, lo difícil es hacer gestión”, una frase que se hizo corriente en los últimos años. Tal vez, las elecciones de diciembre de 2005 que le dio el primer triunfo y con el cual inició períodos de reelección, no fue tan simple porque, como todo principio, tuvo que hacer frente a problemas de organización, elección de candidatos al Legislativo, financiamiento y otros detalles importantes.

Innegablemente, los dos últimos períodos (2009 – 2014) no requirieron mayor esfuerzo porque se contaba con todo el poder del Estado, organización de cuadros partidarios, grupos de electores conciencialmente seguros de que deberían votar, etc., etc. Este último período fue fácil para el candidato oficial; pero, difícil o problemático para candidatos de la oposición.

Ganar las elecciones, cuando se tiene el poder necesario y todos los pasos a darse bastante seguros, tiene que ser fácil; pero, hacer gestión, ya con el poder en las manos, administrar, dirigir, conducir, programar, estudiar diversidad de problemas y encontrar soluciones, enfrentar posiciones críticas, contradicciones, estudiar y meditar los diferentes problemas y dificultades, no siempre son fáciles; al contrario, requieren de mucha atención, preparación, estudio, meditación, consideración desde todos los ángulos las diferentes situaciones; ver posibilidades económico-financieras, planificar, estudiar antecedentes y experiencias pasadas, urgencias a plazos inmediatos y mediatos, etc., etc.

Todo lo que se necesita requiere una serie de condiciones no sólo en el Primer Mandatario sino, y muy especialmente, en los grupos de colaboradores que deben contar con idoneidad, condiciones profesionales muy relevantes, aptitudes precisas y necesarias para encarar los diversos problemas; todo ello contando, además, con una burocracia seleccionada de colaboradores que sea eficiente, honesta y responsable de las funciones que debe cumplir.

Todo lo señalado es posible conseguir siempre y cuando las autoridades superiores de gobierno den ejemplos claros, precisos y definitivos de comportamiento eficiente, eficaz, honesto y responsable; condiciones absolutamente necesarias para la administración del Estado.

Finalmente, hay que decir que si el Presidente ha llegado a la conclusión señalada por él mismo, lo que corresponde es que lo difícil de hacer en gestión, lo haga él y su equipo fácil, factible y práctico, tan sólo cumpliendo normas señaladas por la Constitución y las leyes, que dan condiciones y normas precisas para una buena y sana administración del Estado. Esta es la realidad que, con buena voluntad y vocación de servicio, es posible cumplir.