De manera equivocada en muchos hogares de diferentes países latinoamericanos se pensaba que la violencia contra la mujer era parte de la cultura, aspecto que para la psicóloga y periodista argentina especializada en género, Liliana Hendel, es una concepción errada que debe ser modificada en la nueva construcción de sentido.
Hendel observa las formas de escribir y de pensar que en su generalidad están basadas en lo masculino, factor que propone respetar la inclusión de las y los ciudadanos con toda naturalidad con la posibilidad de que la población tome en cuenta que los hombres y las mujeres existen y deben ser visibilizados, “porque lo que no se nombra no existe”.
En las estructuras del periodismo, Hendel observa que en la Argentina y en otros países de Latinoamérica se dan muchos consejos para que la mujer evite ser golpeada, que denuncie, pero no se incluye consejos para que el varón deje de pegar, deje de violar y en el caso de que las mujeres confrontan violencia al interior de la familia, los albergues debieran ser para los varones agresivos que cometen el delito y no para mujeres y niños, porque ellas no son quienes generan riesgo en contra dela familia y los menores, por lo tanto debe haber un cambio de lógica y paradigma que se construye en estos tratamientos en estos casos.
“El paradigma que se construyó en torno de los refugios para las víctimas de violencia falló, porque ellas se quedan sin casa y sin nada, por lo tanto no sirve y las cosas han cambiado, las leyes han cambiado, pero la impunidad sigue intacta”, expresó.
En el caso de los tratantes de mujeres, por ejemplo cuando se encuentran sobre todo al interior de whiskerías, bares o lenocinios, Hendel observa que el trabajo de los periodistas es acechar a las mujeres que están prestando sus servicios, por su voluntad o en contra de ella y no les preguntan a los clientes porque en pleno siglo XXI con una libertad sexual mayor que en pasados siglos, continúa pagando cada vez más por tener relaciones sexuales, esto como una forma de demostrar su poder y hacer con ellas lo que ellos quieren.
“Por lo tanto, se confirma que los paradigmas del patriarcado funcionan consolidando todas las formas culturales y el periodismo en muchos casos avala, sostiene y construye, por lo tanto el periodismo con enfoque de género es volver a reconstruir esas miradas y ver que está pasando a las mujeres a sus niños y niñas, después de diferentes hechos sociales, desastres naturales y otros hechos, se tendrá una mirada completa del futuro de una determinada sociedad y para evitar las consecuencias de las desintegraciones se debe tener una visión diferente”, remarcó.
Hendel reitera que la visibilización tanto de las actividades que cumplen las mujeres, en lo cotidiano, social y profesional es una forma de mostrar y lograr nuevas formas de pensar para que las mujeres dejen de seguir ocupando las portadas de los periódicos, en calidad de víctimas sólo cuando las asesinan, degüellan, violan, cuando las involucran con hechos criminales o del narcotráfico. Sino sobre todo porque deben ser tomadas en cuenta en las nuevas estructuras sociales con decisión.
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