Vecinos temen que consumo de agua afecte su salud

Para los habitantes de la urbanización Utasa, el principal ajetreo diario es aprovisionarse de agua para su consumo y uso porque, según su propio relato, solamente existe un carro cisterna que llega al barrio una vez a la semana, el cual vende el turril en 8 bolivianos.

Una de las grandes preocupaciones de los habitantes de Utasa es que no conocen la procedencia de este líquido que es suministrado por el carro cisterna y dudan que sea sano, debido a que no se conoce su procedencia a pesar de las exigencias de los vecinos, pero la necesidad de contar con agua para cocinar el aseo ha hecho que este tema quede en segundo plano.

“Tenemos mucho miedo de que nuestros hijos se enfermen en cualquier momento, porque el agua que tomamos no es ninguna garantía de ser limpia, porque en muchas de las ocasiones hemos detectado que inclusive viene con algunos vicho o sucia, pero no podemos exigir mucho, porque nos dejan de provisionar y nos quedamos sin agua es el único carro que se anima a entrar hasta este lugar”, dijo una de las madres de familia de la zona.

SIN ÁREAS VERDES

La preocupación de la vecindad de la urbanización Utasa es que la zona no tiene áreas de equipamiento para la construcción de parques, plazas, centro de salud o un campo deportivos, por lo que sus habitantes están destinados a que en estas necesidades están destinados a acudir a los barrios colindantes.

Por otro lado, por no contar con uno de los requisitos indispensables de tener un número determinado como mínimo de habitantes tampoco, durante los cuatro de vida que tiene la zona, ha podido contar con el apoyo económico por parte del Municipio, como es el Plan Operativo Anual (POA), aunque el compromiso edil es que a partir de la próxima gestión dicha urbanización ya podrá tener este beneficio, según sus dirigentes.

BASURA

Agregado a ello, a pesar del compromiso por parte de la empresa recolectora de basura Trébol, de cubrir con las necesidades de este servicio en los 14 distritos municipales de la urbe alteña, la falta del carro recolector de desperdicios en esta zona no es novedad, porque casi nunca, según los vecinos, han visto pasar uno de estos vehículos por sus calles, motivo que ha hecho que la calles se vean llenas de estos desechos con el riesgo de una contaminación.

“Pedimos que los carros que recogen basura puedan llegar hasta nuestra zona, porque en la factura de luz domiciliaria pagamos y eso nos está resultando un engaño, debido a que nunca hemos podido contar con este servicio”, se quejó una vecina.