Bindi-Bo
Estas líneas me ayudaron a entenderme y a saber quién soy yo. Bueno, más bien a cómo esperar conseguir las respuestas a ¿quién soy yo?
Nada es fácil a los 11, más bien, en ninguna etapa de la vida, lo importante es saber superar, o como se dice: saber subir tus montañas.
Lo que fui aprendiendo poco a poco (porque de ser no es fácil) es a saber entender lo que pasa, y esto pasa así:
Los niños no se entienden y algunos vuelven a la época del berrinche o pataleta (esto pasa entre los 9 a los 12) y lo mejor no es caerles encima, sino apoyarlos o como alguien diría: “abrazo y apapacho”, y lo digo por experiencia. También ayudarlos de a poco a descubrir su sueño (que puede variar).
Si no encontraron su norte de niños o adolescentes, los adultos tienden a estresarse y renegar, y lo mejor no es estrellarse contra los demás, sino recordar sus sueños y metas, y no olvidarse lo que quieren.
Bueno, seamos grandes o pequeños lo importante es nunca olvidarnos de que Dios nos envió al mundo con una misión y propósito, y con talentos que nos ayudan a cumplirlos.
Poco a poco, grandes y pequeños, con la ayuda de Dios iremos descubriendo ¿QUIÉN SOY YO?
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