La historia del socialismo fallido tiene numerosos detalles y una larga trayectoria que es necesario tener en cuenta en la observación y análisis de la política boliviana. Ese estudio puede tener valor para orientarse en medio de los avatares de esa ideología en el transcurso de su existencia en el país.
Las propuestas socialistas en Bolivia aparecieron hacia el año 1930 a partir de la actividad política de grupos que anunciaban que pronto triunfaría su doctrina, el país saldría del atraso y dejaría de depender de los poderes económicos de la gran minería del estaño y de los terratenientes feudales. Esa lucha inicial culminó cuando los socialistas derribaron a un gobierno progresista y devolvieron el poder a la oligarquía minero-latifundista (1930).
Otro intento socialista se produjo después de la Guerra del Chaco, cuando un grupo militar tomó el Gobierno, proclamó el “socialismo de Estado” y causó gran entusiasmo popular. Sin embargo, lo que hizo ese “socialismo” fue consolidar el viejo régimen de esclavismo y feudalismo en la economía boliviana y descubierto en sus ofertas demagógicas hizo mutis por el foro, para dejar el poder en manos de la oligarquía.
No cejaron los intentos “socialistas” y a principios de los años 40 nació un partido de izquierda revolucionaria que se proclamó marxista-leninista y que a poco de andar, en 1946, destruyó y expulsó del Gobierno a un movimiento progresista. Pero la lucha de estos “socialistas” sirvió para devolver el Gobierno a la llamada “rosca”, con la que cogobernaron hasta ser expulsados de los cómodos salones ministeriales y parlamentarios en los que se habían apoltronado para perseguir al grupo progresista desplazado.
Los intentos “socialistas” se reanudaron con mayor energía en la segunda mitad del Siglo XX con partidos “comunistas”, “trotzkistas”, “maoístas”, “izquierdistas revolucionarios” de la Internacional Socialista para América Latina e “izquierdistas” de toda laya que repitieron con pelos y señales las enseñanzas de los “izquierdistas” anteriores, es decir oponerse y derrocar a grupos progresistas, entregar el poder a las fuerzas de derecha más conservadoras, participar en los gobiernos golpistas y enseguida ser sometidos a tenebrosas persecuciones. Lo notable de esas actitudes es que, después de poner en el poder a la derecha, dijeron que ellos nada tuvieron que ver.
Después de casi cien años de predicamento socialista, al presente el pueblo boliviano, engañado tantas veces, observa que se repiten las mismas falsas tácticas “socialistas” del siglo pasado. Es decir que se habla de izquierda y se marcha a la derecha, se pregona con bombos y platillos el socialismo, pero en la práctica se retrocede al feudalismo e inclusive se recula hasta el tiempo del ayllu, así como a niveles aún más inferiores y todo a título de “socialismo”, “marxismo-leninismo” y lindezas parecidas, fenómeno socio-político que puede ser visto como un círculo vicioso de nunca acabar.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |