Punto aparte
La información proporcionada por el TSE (Tribunal Supremo Electoral) sobre las elecciones del 12 de octubre es incompleta, tiene carencias fundamentales sobre los resultados de cada mesa electoral, de recintos, distritos, del Padrón Electoral, donde consta el número de inscritos, electores habilitados, votos emitidos y el ausentismo.
En elecciones anteriores, se daba esta información publicando separatas especiales en los diarios impresos, de manera que los votantes estaban en condiciones de interiorizarse de los resultados de sus mesas de votación y de los recintos donde sufragaban, por lo menos.
El difundir esta información de interés público general no puede limitarse a hacerlo por medio de las computadoras, por dos razones. En Bolivia, no llega ni al 50% de la población la tenencia de computadoras, por el alto costo que tienen aún, a lo que se agregan los requisitos técnicos que exigen para operarlas con eficiencia.
De otro lado, cuando se las posee, en la mayor parte de los casos los computadores no tienen la capacidad de memoria suficiente para recibir información tan amplia y abundante, como es la que emerge de una elección nacional.
Existen, además, organizaciones y expertos que necesitan realizar estudios completos sobre la organización de las elecciones y sus resultados, tanto para fines estadísticos como para disponer de las evidencias suficientes, destinadas a establecer si todo el proceso ha sido merecedor de la credibilidad pública, lo que precisamente no sucede hasta ahora con las elecciones de octubre.
El director ejecutivo de la Fundación Inaset, Enrique Velazco Reckling, declaró a un medio de prensa de La Paz que el Órgano Electoral debe proporcionar más datos y detalles que los que consignó en la web de la Internet.
“Los datos difundidos son absolutamente insuficientes para poder analizar los datos a nivel de circunscripciones. No tenemos el padrón de cada circunscripción, simplemente tenemos el número de votos emitidos. Esto, lamentablemente, abre la posibilidad de generar una gran cantidad de reclamaciones”.
De su parte, el experto en informática Miguel Serrano, entrevistado por el mismo medio, sostuvo que el TSE omitió muchos datos en su sitio web, pese a que tiene a mano toda esa información. “Lo único que debe hacer para publicar esos datos ausentes es armar un formato adecuado”.
Serrano, sin embargo, plantea que esa información sea proporcionada por el sistema informático, porque él es experto del área. ¿Y el resto de la población, no tiene el derecho de tener a disposición esos datos, si no se los publica en forma impresa?
Ante la carencia de los datos referidos, el vicepresidente del TSE, Wilfredo Ovando, declaró que “toda la información sobre las elecciones está disponible y que puede ser entregada a cualquier boliviano que haga una solicitud escrita”.
Como se advierte, Ovando viola el derecho del ciudadano común a tener en sus manos toda la información concerniente a las elecciones. Pues, es una aberración que diga que hay que pedir por escrito los datos de las elecciones del 12 de octubre. Los organismos electorales, en cualquier país, cumplen, como una de sus mayores obligaciones, con hacer conocer públicamente, mediante la prensa escrita, todos los pormenores de un acto electoral, cualquiera fuere su carácter: nacional, departamental o municipal.
Al no proceder de esta manera el TSE actual, induce forzosamente a desconfiar del trabajo que realizó, tanto en la parte organizativa como en el desarrollo de la elección y de sus resultados pormenorizados.
Con los limitados datos que se conoce, algunos cálculos informales que se realiza están llegando a conclusiones que sorprenden. En varias circunscripciones, la cifra de votantes supera a la de los habilitados por el TSE.
A manera simplemente de ilustración, no de información a ser estimada como definitiva, en las cuatro circunscripciones de la ciudad de La Paz (6, 7 ,8 y 9), el TSE habilitó a 513.884 personas para votar. Sin embargo, aparecen sufragando 556.799, de donde resulta que pudo haber 42.915 votantes más.
En las cuatro circunscripciones de la ciudad de El Alto (10, 11, 12 y 13) el TSE habilitó para votar a 493.086 personas, pero resulta que, supuestamente, emitieron su pronunciamiento 527.984, lo que equivale a que 34.898 no estaban registradas en el Padrón Electoral.
Así, se puede proporcionar otros resultados que se prestan a presumir que hubo fraude en las elecciones del 12 de octubre. De ahí la necesidad imprescindible de que el TSE proporcione la información que falta, para que los cálculos que se efectúen externamente, fuera de los que debe tener, no induzcan a presunciones alarmantes, como las referidas.
En caso de que el TSE no publique la información completa de cuanto sucedió en las elecciones de octubre, es decir no la transparente, quedarán en duda, por los menos, los resultados del Cómputo Oficial que realizó. ¡Grave responsabilidad que asumiría, en directo perjuicio del propio binomio oficialista!
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