Joven fue vejada en tres recintos de la Utop

El juicio oral contra ocho policías, implicados en la violación de una joven al interior de Unidad Táctica de Operativos Especiales (Utop) de Cochabamba, comenzó ayer. En la oportunidad, se leyó la acusación formal emitida por la Fiscalía en que se relata que la mujer fue vejada en tres recintos del inmueble policial y que incluso un uniformado se jactó de haberla agredido

La agresión, según la Fiscalía, se cometió el pasado 21 de julio. La víctima sufre una patología mental.

Siete de los ocho imputados son acusados de violación, mientras que el excomandante departamental de la Policía, coronel Alberto Suárez, está acusado de encubrimiento, según reporte de radio Pío XII de la Red Erbol.

De acuerdo al relato de la Fiscalía, en la madrugada, los uniformados, “aprovechando de sus condición de la vulnerabilidad de la víctima, la ingresaron a diferentes ambientes de la Utop procediendo a vejarla sexualmente”.

Dos uniformados llevaron a la joven a la Comandancia de Guardia. Uno de los uniformados advertía la presencia de testigos, mientras otro uniformado supuestamente procedía con el delito.

Luego, otro policía la llevó al cuarto de los músicos. Al salir de este lugar, este efectivo se jactó de haber realizado el acto contra la muchacha.

Al bajar por los dormitorios, la chica fue interceptada por otro policía que la llevó a los dormitorios de los infantes. En ese lugar, corrió entre las camas negándose a tener relaciones con los uniformados quienes, al final, lograron agredirla sexualmente.

EL CORONEL SUÁREZ ORDENÓ “PERFIL BAJO”

El Ministerio Público reveló además que el entonces comandante departamental Alberto Suárez supo de la violación al día siguiente y más allá de ordenar una investigación y proteger a la víctima, “instruyó al Comandante de la Utop que el caso se maneje con perfil bajo”.

La Fiscalía Policial cuenta con 31 testigos. Los procesados tienen un número similar de declarantes, dentro el proceso, en el cual la Oficina Jurídica de la Mujer es parte querellante y representante de la víctima.

El hecho ocurrió el 21 de julio del año en curso cuando los uniformados ultrajaron a una joven aprovechándose de su vulnerabilidad, ya que pasaba por una crisis de estrés que la afectó mentalmente, procediendo a agredirla sexualmente en tres espacios diferentes: la comandancia de guardia, el cuarto de músicos y el área de infantes.