SALUD
Una amenaza para Latinoamérica
El ébola es un peligro latente para países en los que aún no ha llegado. La epidemia ha cobrado la vida de más de 5.000 personas y provocado más de 15.000 casos, debido a la ausencia de una vacuna o tratamiento masivo que la cure y que esté al alcance de las naciones afectadas en África Occidental, siendo la prevención e información las mejores armas para combatirla.
Hace poco, Bolivia participó con su autoridad de salud y especialistas del área en una reunión realizada en La Habana (Cuba), que congregó a 34 países americanos incluido Estados Unidos para coordinar acciones ante un eventual brote de ébola en la región.
“La viceministra de Salud de Cuba, Marcia Cobas, mostró su satisfacción porque cada país fue representado por su Ministro de Salud y médicos de las áreas de epidemiología, clínica, laboratorio y bioseguridad. Esta reunión sirvió para compartir experiencias sobre el ébola y casi ningún país con excepción de Estados Unidos la tuvo, y algunos especialistas que la conocieron en su práctica profesional habían tenido un contacto cercano con ella”, dijo Mayta.
La infectóloga afirmó que en Bolivia se tiene experiencia en el manejo de fiebre hemorrágica viral, fiebre amarilla y dengue, pero que al igual que los otros países no está prepara para un eventual brote de esta enfermedad. Sin embargo, cada país se comprometió a seguir las líneas de acción sugeridas en La Habana para su prevención.
CAUSAS
El ébola es una enfermedad viral que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates (monos, gorilas y chimpancé) provocada por el virus del ébola que fuera descubierta en 1976 por el doctor David Finkes en Zaire y Sudán (África). El nombre del virus se debe al río Ébola que está ubicado en Zaire.
“El género ébola pertenece a la familia filoviridae (filovirus) que comprende cinco especies: ébola Zaire, ébola Sudán, ébola Taï Forest y ébola Bundibugyo, además del ébola Reston que afecta a primates pero no a humanos. Su alta tasa de mortalidad va del 50 al 90 por ciento”, expresó la infectóloga del Hospital de Clínicas Dolores Mayta.
Dicha enfermedad tiene un alto índice de letalidad y el contagio se produce por contacto directo con el individuo o animal infectado vivo o muerto. Se disemina de persona a persona por contacto con sangre, tejidos, secreciones y fluidos corporales del sujeto infectado y por contacto con equipo médico contaminado.
“La manipulación de cadáveres en sus prácticas rituales en Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona ha sido uno los principales focos de infección del ébola. Para lo cual fue necesario convocar a líderes religiosos y miembros de la sociedad para que tengan conocimiento de los riesgo que representaba”, agregó Mayta.
SÍNTOMAS
El tiempo de incubación de esta patología es de dos a 21 días sin ningún síntoma, pero al cabo de este periodo se presenta fiebre alta y repentina, cefalea, dolor muscular y articular, malestar general, diarrea, vómitos y sangrado en forma repentina o paulatina.
“El diagnóstico se realiza con una muestra de sangre y se practica una prueba molecular para detectar el virus, siendo que existen cuatro distintos serotipos que ya mencionamos anteriormente, siendo el ébola Zaire el que ha causado una mortalidad del 90 por ciento de los casos. Todos los países están preocupados y esperamos que el virus no ingrese a este lado del mundo”, afirmó la infectóloga.
TRATAMIENTO
En la actualidad, no se ha encontrado una vacuna contra la enfermedad del ébola y en este momento se están probando varias alternativas, pero ninguna está disponible para su uso inmediato.
“El tratamiento es sintomático, quiere decir que se controla los síntomas del paciente si tiene fiebre con un antipirético, si tiene vómitos con un antiemético y líquidos para compensar la pérdida de líquidos en el caso de diarrea. Si hay algún sangrado se aconseja un hemoderivado. Existen fármacos experimentales, pero su efectividad y efectos colaterales aún no han sido calculados”, explicó la especialista.
Para que un fármaco salga al mercado y pueda servir para controlar esta enfermedad, desde la extracción de una planta hasta su comercialización, pasan por lo menos unos 10 años como mínimo. Al momento debido al brote de esta epidemia muchos laboratorios han acelerado estos procedimientos para su obtención.
PREVENCIÓN
La clave para evitar la propagación de esta epidemia es la prevención e información oportuna, para lo cual se llegó a un consenso entre los 34 países que deberán capacitar a sus especialistas que atenderán un eventual caso de ébola al igual que dar información a la población y una serie de lineamientos generales que serán desarrollados a continuación:
1.- El establecer una vigilancia epidemiológica de las personas que lleguen a cada país y que tengan el riesgo de haber adquirido el virus.
2.- Crear equipos multidisciplinarios de respuesta rápida que serán capacitados oportunamente.
3.- Cada gobierno deberá cumplir con los requerimientos de bioseguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
4.- Estudiar los documentos de la Organización Panamericana de la Salud y la OMS que serán las directrices, porque no se tiene experiencia directa con el tratamiento de este virus.
5.- Fortalecer las relaciones intersectoriales a nivel de fronteras para tener información de los tripulantes y viajeros de todos estos países, que deberán ser responsables de la información enviada.
6.- Impulsar el proceso de certificación del Reglamento Sanitario Internacional en los países de la región que no se ha realizado desde el año 2005.
7.- El intercambio de experiencias en el manejo del ébola en cada país con el fin de establecer un protocolo en caso de presentarse un caso de este tipo.
8.- La OMS ha pedido que los equipos de bioseguridad se estandaricen en toda la región para que se pueda dotar a la región de los mismos a un costo menor.
9.- Desarrollar estrategias comunicacionales con el fin de fortalecer la gestión de comunicación para enfrentar el ébola en los países de la región, respetando su multiculturalidad en cada país.
“En Bolivia se ha venido trabajando en un protocolo de atención en caso de un eventual paciente con ébola. El siguiente paso será conformar equipos multidisciplinarios (epidemiólogos, infectólogos, internistas, intensivistas, enfermeras y laboratoristas) que deberán contar con un equipo de bioseguridad”, finalizó Mayta.
Cada equipo de bioseguridad personal está diseñado para evitar el contacto directo con el paciente infectado. Éste consiste en un equipo que cubre de pies a cabeza, triple guante, mascarilla y escafandra, barbijos especialmente utilizados contra el virus H1N1.
Por tratarse de un virus de alto riesgo en grado 4 todos deben tener la misma protección e incinerar el material una vez utilizado.
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