Hay una sólida relación con Brasil

El canciller del Estado, David Choquehuanca, reaccionó con molestia con la prensa nacional por la pregunta sobre la relación bilateral que lleva el Gobierno central con la República Federativa de Brasil.

La autoridad acusó a los periodistas de estar “desinformados” y ser los únicos que hablan de un “deterioro de la relación con Brasil”, pues asegura que no existen roces con la administración de Itamaraty.

“Con Brasil hay una relación sólida (…) Ustedes tienen que ser los mejores informados sino qué están informando a la gente”, sostuvo Choquehuanca.

La relación con Brasil empero, parece no ser de las mejores tras la salida del senador opositor Roger Pinto hacia Brasilea en agosto de 2013, con ayuda de funcionarios de la Embajada del vecino país en La Paz. Pinto se “asiló” en la sede diplomática acusando persecución política y riesgos a su vida por las denuncias que presentó ante el propio mandatario Evo Morales, incluyendo hechos de narcotráfico en el país.

El senador por Pando espera la determinación del Consejo Nacional del Refugiado (Conare) de Brasil para confirmar su estatus legal, mientras el Gobierno afirma que son casos de delitos públicos los que debe afrontar Pinto en territorio boliviano.

El impasse, que derivó en el repliegue del embajador brasileño en 2013 no es aislado pues también se tienen datos sobre el flujo de narcotráfico, en especial pasta base, que Brasil expone en foros públicos dada la característica de Bolivia como país de tránsito.

Otro tema que derivó en cruce de declaraciones entre Brasilia y La Paz fue el rebalse del río Madera que provocó a principios de año las mayores inundaciones en la amazonía boliviana, especialmente en Beni.

La mandataria recientemente reelecta, Dilma Rousseff, desestimó las ponencias nacionales sobre la responsabilidad de las represas brasileñas Jirao y San Antonio en el accidente natural.