Hilos invisibles en política

La nominación de candidatos a gobernadores y alcaldes, tanto del Movimiento Al Socialismo como de partidos contrarios al régimen, a simple vista, es normal. Sin embargo, tenemos la percepción de que, tras la figura de cada postulante, hay una intrincada red de hilos invisibles que premia o castiga, según sea el caso.

La red de hilos invisibles, condena en nombre de tendencias políticas o bajo la influencia de grupos sociales, a políticos y dirigentes que dejaron de ser útiles, que se “desgastaron”, que son díscolos o que concluyeron su ciclo.

Los excluidos, pasan de mandones a víctimas silenciosas, cuya máxima defensa, radica en invocar el veredicto de las omnipotentes bases sociales que, casi siempre apuntan con el dedo pulgar hacia la tierra, en lacónica respuesta.

La última semana de noviembre que concluye, ha sido riquísima en ejemplos de cómo, la red de hilos invisibles, acabó en horas, con mandatos departamentales y municipales y simultáneamente, elevó a las nubes a ciudadanos que vivían en el anonimato.

También esta red invisible, que comanda los modernos “progroms” políticos, arrincona alianzas, pactos y acuerdos que estaban vigentes como tabla de salvación en los comicios del pasado 12 de octubre y que hoy pertenecen a un pasado, al parecer remoto.

Aquellas alianzas de lealtad, que conectaron oriente con occidente, languidecen o agonizan porque, otros hilos invisibles cambiaron de rumbo y de táctica de tal manera que, los comicios del próximo 29 de marzo, estarán marcados bajo un ¡sálvese quien pueda!

La influencia invisible, manipula personas, programas y lealtades. Por ello, no es raro por ejemplo, asistir a veloces cambios de candidatos: unos que dejan el campo libre y otros que por problemas internos en sus propias filas, están impedidos a ocupar el vacío dejado.

Los hilos invisibles, la red invisible, imponen sus objetivos en una larga carrera que apenas se detiene durante el voto nacional y luego, retorna con mayor fuerza, para controlar a los nuevos mandones y poner fecha y hora a su fugaz mandato.

Ni oposición ni oficialismo, escapan a la red de hilos invisibles que lo controlan casi todo menos, por supuesto, la libertad de pensar hasta que el pensamiento se hace público y concluye, desgraciadamente, preso en la red invisible. (Clovis Díaz) (clovisdiazf@gmail.com).