Olores nauseabundos, antisociales al inicio de las “mil gradas” y sin acceso vehicular, es la característica de este sector que colinda con la ciudad de El Alto.
La mañana calurosa del miércoles pasado, EL DIARIO acudió al llamado de los vecinos de la Urbanización 23 de Marzo, el ingreso a este sector que colinda con la ciudad de El Alto, es por la Ceja, una puerta verde donde inician las llamadas “mil gradas” es la conexión de esta zona paceña con la urbe alteña.
Al inicio tuvimos que esperar, porque un ebrio hacia sus necesidades en el ingreso. Abrimos una puerta y el olor fétido que se intensificó por el calor, fue como una cachetada atroz, que en principio no nos dejó reaccionar.
Las gradas se habían convertido en baño público, el orín de perros y alcohólicos habían dejado su marca, heces fecales además de papeles por doquier contaminaban el ambiente de aquel sector que fue el primer barrio de verdad que el exalcalde Juan Del Granado había ejecutado.
Seguimos bajando, pues la meta era llegar hasta el centro de la zona, para hablar con los vecinos, a medida que avanzamos vimos el deterioro de las gradas y el peligro de desmoronamiento de las viviendas que se encuentran al filo de la pendiente, como los puestos de las “chifleras” de la Ceja de El Alto.
Llegamos a la mitad de las gradas y nos paramos a descansar, pues los malos olores y las dificultades para llegar al sector habían disminuido nuestras fuerzas, sin embargo nos percatamos que en la zona se encontraban unos diez antisociales, quienes nos empezaron a lanzar piedras, el temor hizo que nos apresuremos, ya que por el horario no había muchos vecinos circulando.
Casi al final nos dio encuentro don Walter Cruz, quien desde su domicilio nos había visto bajar. Con el susto aún pero con la confianza de la compañía escuchamos al vecino que lamentó que en estos últimos años se hayan olvidado de esta zona que requiere la intervención urgente de las autoridades municipales.
OLORES FÉTIDOS
El vecino lamentó que las “chifleras” de la parte alta voten sus desechos a la pendiente que corre el riesgo de colapsar, pues en gestiones pasadas ya hubo un desprendimiento de tierra que atrapó a tres vecinos que bajaban las gradas, por lo que construyeron gaviones y amurallaron el límite entre ambas ciudades.
“Los señores que tienen sus puestos arriba, siempre arrojan sus cosas, como fetos, conejos y gallinas muertas. Algunos son fetos de animales que empiezan a podrirse, por eso el olor es insoportable, no sé qué hacen con ellos, pero los arrojan constantemente, pese a que existen prohibiciones y al alambrado que existe en el sector. A consecuencia de eso hemos sufrido un deslizamiento por lo que varias personas fueron atrapadas cuando estaban bajando de la Ceja, por lo menos aquí tenemos tres muertos. De emergencia se ha hecho un muro de contención para proteger el lugar, porque el problema había sido que los de arriba tenían pozo ciego y todo ha colapsado”, relató.
ZONA ENCLAUSTRADA
Señaló que por la pendiente cuando hay accidentes no hay opción a que suban las ambulancias o la Policía de forma ágil, porque no hay acceso vehicular. “Ese es otro problema, por eso estamos en planes de abrir vías por ambos lados, pero para eso necesitamos ayuda para iniciar las obras. La Subalcaldía quiere que se contemplen estas necesidades en el POA, pero eso no alcanza porque es muy reducido”, dijo.
SEGURIDAD
Walter Cruz Gutiérrez, manifestó que la zona tiene múltiples problemas, pero lo que priorizan es la entrada por la Ceja que está totalmente descuidada. “Nosotros hemos pedido que se haga una limpieza y que se ponga un módulo policial, no nos hacen caso por eso no sabemos qué hacer”, señaló.
“Queremos el módulo policial, porque en las tardes, los estudiantes llegan por este lado y a partir de las cinco de la tarde se concentran los “cleferos”, quienes asaltan y quitan las mochilas a los chicos. Más tarde los atracos son a las personas mayores”, afirmó.
Señaló que a fin de evitar mayores problemas los vecinos se organizaron para hacerle frente a la inseguridad que en un tiempo hizo de las suyas en la zona.
“En el tema de seguridad ciudadana estamos un poco organizados cualquier cosa que pase tocamos pito o alguna campana, en algún momento también nos hemos instalado timbres para alertarnos. Por eso creo que en estos últimos años no tenemos linchamientos, antes era constante”, afirmó.
ATENCIÓN LIMITADA
Consultado sobre las necesidades de los vecinos el subalcalde de la Max Paredes, Felipe Flores, aclaró que todas las personas que entran a hacer sus necesidades en las gradas son de la ciudad de El Alto y que esta instancia poco puede hacer al respecto. “Tratamos de hacer limpieza por lo menos cuatro veces al año, tomando en cuenta que son los ciudadanos de El Alto los que usan esas graderías”, manifestó.
Sobre el acceso de vías señaló que existe un proyecto, pero el costo es demasiado alto para realizarlo, “invertir casi 70 millones de bolivianos para una zona es caro habiendo otras necesidades en la ciudad”, aclaró.
Acotó que sobre el temor de deslizamientos, la Dirección de Riesgos del Municipio realiza un monitoreo constante, para evitar desgracias. “Vemos anualmente la necesidad de hacer muros de contención, pero eso se hace con el POA, por lo demás, se monitorea continuamente y en caso existir alguna amenaza actuamos de inmediato. No tenemos un proyecto específico para riesgos, porque es una pendiente muy alta”, aclaró.
Respecto a la seguridad ciudadana dijo: “no es responsabilidad del Gobierno municipal, tenemos que dotar de equipamiento a la Policía Nacional y ahora tenemos un módulo construido en la zona Barrio Lindo, que está a dos pasos de la zona 23 de Marzo, nosotros les hemos dado una camioneta, motocicleta, handy, módulos y más allá no podemos”, finalizó.
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