Gases de efecto invernadero

Tal como se conoce ampliamente, el cambio climático se explica en gran medida por el efecto invernadero, el cual es provocado por el aumento de emisiones de CO2 y la reducción de la capa de ozono.

Tal como apunta un excelente estudio efectuado por Ramiro Lizarazu y Xavier Aliaga Lordemann (Escenarios de emisión de gases de efecto invernadero CO2 en el sector energético en Bolivia, 2008), “en Bolivia existe un enorme retraso en la medición de perfiles de GEI; como resultado de esta carencia, se presentan problemas en el diseño de políticas y medidas puntuales de mitigación climática, sobre todo en el sector energético”.

Prosiguen: “De acuerdo con el inventario de Gases de efecto invernadero en Bolivia, elaborado según las guías recomendadas por el Panel intergubernamental sobre cambio climático (IPCC), el gas de efecto invernadero más importante en el país es el dióxido de carbono, CO2, el cual principalmente proviene de los sectores uso de la tierra, cambio en el uso de la tierra y silvicultura y deforestación. Estos sectores han aportado de manera significativa al total de emisiones (31.950,43 Gg de CO2 representando 47,69% en 2002, y 36.203,36 Gg de CO2 representando 42,43% en 2004, respecto del total de emisiones de CO2-eq).”

Uno de los aspectos que se toca en menor detalle en este debate es la generación de gases de efecto invernadero en nuestras ciudades, esto debido a nuestro reducido crecimiento industrial. Sin embargo, con el crecimiento del parque automotor de los últimos 10 años, sin duda, éste debe ser significativo. Tan sólo en La Paz, el parque automotor se ha incrementado de 42.935 unidades el 1998 a 302.742, el 2012 (Datos INE - sobre parque automotor de Bolivia), lo cual se puede apreciar fácilmente por el creciente congestionamiento vehicular en la ciudad, y la gran cantidad de espacios de oferta de vehículos nuevos a lo largo del eje Plaza del Estudiante hasta San Miguel. Las cifras de crecimiento en los otros departamentos son igualmente importantes.

El estudio de Lizarazu y Aliaga señalaba: “En términos de emisiones totales del sector energía, expresadas en Gg de CO2 equivalente, se aprecia que habrá un crecimiento de las emisiones desde los 10,412 Gg CO2eq del año-base a 18,584 Gg CO2eq. En 2025, lo que implica una tasa promedio de 3.29% a.a.

En el año base (2007), el 43.1 % de las emisiones del sector energía ocurrían en el transporte; para el año 2025 estas emisiones representarán el 38.5%, lo cual se debe principalmente a un menor crecimiento relativo del consumo de energía en relación con los restantes sectores y, en menor medida, a la sustitución de gasolina por GNC”.

Sin embargo, el extraordinario ritmo de crecimiento económico de los últimos años, como resultado de la subida del precio de las materias primas, que son el componente principal de nuestras exportaciones, han modificado estas proyecciones con un mayor crecimiento en la emisión de gases de efecto invernadero.

En el “Simposio Nacional de Cambios Globales”, efectuado por iniciativa de la Academia Nacional de Ciencias en junio del 2000, se afirmaba que “las medidas de mitigación que se tiene en Bolivia, para reducir los GEI, están previstas en la Ley Forestal, Ley INRA y en otras normas jurídicas” y recomendaba “socializar las leyes que existen en Bolivia en lo que se refiere al medio ambiente a fin de que la población conozca la normativa que existe y de esta manera pueda cumplirlas”. (pág. 124 del informe). ¿Será esa la solución? O es un problema de mayor cultura y respeto para hacer honor a ese supuesto culto a la Pacha Mama.